El guitarrista Johnny Winter anima Los Veranos de la Villa con su poderoso "blues" de toda la vida
Tras la resaca del Festimad y de Back Street Boys vuelve el sosiego a la ciudad con una tanda de actuaciones cubanas -además de la que tuvo que posponer hace un par de meses el gran Cachao-, a celebrar en Clamores bajo el título Madrid Morena 99, y que se prolongará hasta agosto. En el Patio del Conde Duque, los Veranos de la Villa traen blues del añejo y bueno (Johnny Winter), ecos árabes y flamencos (la Orquesta Nacional de Barbès o Lole Montoya y La Orquesta de El Cairo), estrellas de la salsa (Willie Colón) y veteranos cantautores norteamericanos (Art Garfunkel).
- Como en La Habana.
En estos días de calor, Madrid se convierte en una prolongación de La Habana y, como allí, el son se hace protagonista de sus noches. El octogenario contrabajista cubano Israel López, Cachao, revitalizado a raíz de su participación musical en la película Los reyes del mambo, ofrece ahora la actuación que se vio obligado a suspender a finales de abril por agotamiento. Prometió volver en julio y lo cumple entregándose al danzón cubano con un cuarteto de cuerda y una orquesta que hace mambo, son y descarga. Con todo ello, Cachao realizará lo que él denomina una master session.Con la Vieja Trova Santiaguera comienza hoy mismo en Clamores el programa Madrid Morena 99, con el que viejos soneros cubanos permanecerán en la capital hasta mediados de agosto. Elíades Ochoa lo hará de jueves a sábado. El Cuarteto Típico Oriental se incorporará el mes que viene al programa, pero de momento actúa esta semana en el Suristán. Alberto Pérez, aunque es de Sigüenza (Guadalajara), tiene también algo de cubano y así se presenta en el Galileo Galilei para interpretar sus nuevas canciones, que suenan como boleros y otros ritmos de baile de ecos latinos.
- Vuelve el pop en castellano.
Enrique Urquijo fue uno de los responsables de recuperar el castellano para el pop. Con su grupo Los Secretos escribió buena parte de la movida madrileña, y ahora sigue explorando en el cancionero hispano de toda la vida con su otro grupo: Los Problemas. Su actuación de hoy es la antesala de otra grande que tiene lugar en el campus de la Universidad de Alcalá de Henares con tres grupos de reciente formación y que en cierta medida algo le deben a Urquijo. Se trata de Mastretta, Meteosat y Niza. El concierto es gratuito, lo organiza el programa Diario Pop, que dirige en R3 Jesús Ordovás, y sirve de apoyo al Congreso Universitario que se celebra en la villa complutense.
- Canciones y "blues"
. Es un lujo contar en Madrid con el albino Johnny Winter. Su blues eléctrico fue determinante para escribir la historia del rock mundial de los setenta. Muchas bandas de aquellos años, entre ellas Deep Purple, que actúa esta semana en La Cubierta de Leganés, deben buena parte de su sonido a la fuerza con la que este diablo de eterno pelo blanco toca siempre su guitarra. Blues denso y desbocado, tocado con el alma y sin dejarse adecuar a los designios de la moda y la fama. Por otro lado, Art Garfunkel, tan veterano como él, regresa a Madrid para cantar sin el compañero con el que consiguió tantos éxitos, Paul Simon. Art se ve obligado a interpretar algunos éxitos de su etapa de Simon y Garfunkel, pero, para su empeño por destacar sus canciones en solitario, aún dispone de su entrañable voz.
- Árabes, flamencos y salseros.
La Orquesta Nacional de Barbès trae de nuevo a Madrid las canciones inspiradas en el barrio parisino de donde provienen sus componentes y del que toman el nombre. Son hijos de la inmigración magrebí y caribeña y en su música se junta el raï argelino con el reggae, la salsa o el rock con letras comprometidas. Ecos árabes parecidos suenan en La Orquesta de El Cairo, que dirige el violinista Abdu Gadir. Junto a la cantaora española Lole Montoya, ofrecerán una noche árabe-andaluza, que se completa con el laúd y la voz de sudanés Hamza El Din. Posiblemente sea ésta una de las citas más curiosas de Los Veranos de la Villa.La semana termina salsera a los compases de Willie Colon, el neuyorica (neoyorquino de origen portorriqueño, según el argot de los latinos) que durante tantos años fue compañero inseparable de Rubén Blades. Vuelve con su orquesta de siempre, The Legal Alien, para una descarga de salsa comprometida y sabrosa.
