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GERANIO DE CAZORLA

Sin maceta

No todos los geranios que existen están atrapados en una sencilla maceta de barro, los hay que no han perdido su afán aventurero y se han acomodado en distintas zonas geográficas de la Península Ibérica. Veinte son las especies que han elegido las zonas de alta montaña como el último refugio donde vivir. Y como en otras ocasiones es Cazorla, en Jaén, el enclave donde se ha adaptado una de estas exclusivas y raras plantas. Se trata del Geranium cazorlensis, una especie acostumbrada a permanecer protegida al abrigo de los roquedos que se encuentran por encima de los 1.800 metros de altitud. En compañía de gran número de otras especies singulares de estos parajes naturales, vive esta planta perenne, cuyas hojas en forma redondeada u orbicular y sus bellas flores blancas atravesadas por venas de color rosa o violeta, colorean los rincones y llenan de matices luminosos los relieves más abruptos de la sierra. Su rareza desata en algunos el afán de pretender atraparla en una sencilla maceta de barro. Su presencia destapa el sentimiento más noble de libertad. Conocer sus peculiaridades debe invitar a respetarlas y conservarlas, y no eliminarlos de su verdadero hogar natural. Algo que depende de todos los visitantes del entorno donde vive este geranio.

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