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Navegación Aérea aumenta el número de vuelos que tiene que vigilar por radar cada controlador

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea amplió ayer la capacidad de los sectores aéreos de Zamora y Santiago, es decir, aumentó el número de vuelos que pueden atravesar ese espacio aéreo, lo que obliga al controlador a estar pendiente de más aviones. AENA, que quiere asegurarse un verano tranquilo, firmó esta mañana el acuerdo con los controladores del aeropuerto de Palma de Mallorca por el que éstos harán las horas que sean necesarias para dar salida al tráfico aéreo hasta el 15 de julio. El sindicato USCA, por su parte, pide a AENA un seguro de 50 millones.

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El crecimiento de las compañías aéreas y la escasez de controladores obliga a AENA a cubrir numerosos frentes. Al acuerdo al que llegó el jueves con los controladores del aeropuerto de Son Sant Joan, en Palma de Mallorca, se sumó ayer la decisión de ampliar la capacidad de los sectores aéreos de Zamora y Santiago. El espacio aéreo está dividido en diversos sectores y cada operario se encarga de controlar, a través de radares, los aviones que cruzan cada uno de estos sectores. Aumentar su capacidad significa aumentar el número de aviones que están autorizados a atravesar ese sector al mismo tiempo.

En el sector Zamora, por ejemplo, un controlador ha pasado de vigilar 31 aviones a 36, mientras que en el sector Santiago, donde antes cabían 27 aviones, ahora caben 31. Según fuentes del sector, no confirmadas por el jefe de sala, los controladores del centro de control de Torrejón, piedra angular del control aéreo peninsular, recogían ayer firmas contra de esta medida.

Además, AENA firmó ayer el acuerdo con los controladores del aeropuerto de Palma de Mallorca por el que éstos realizarán las sustituciones necesarias para evitar el caos aéreo hasta el 15 de julio, periodo establecido para "dar tiempo a los nuevos responsables" a tomar el pulso a la situación. A finales de julio, se retomará la negociación con el colectivo de la torre de Son Sant Joan.

A pesar del acuerdo, el presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas, Felipe Navío, abogó ayer por incorporar controladores militares a la torre del aeropuerto de Palma para "impedir que la gestión de la navegación aérea española esté en manos de intereses sindicalistas", informa Patricio Candia.

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Por su parte, el presidente de la Unión Sindical de Controladores Aéreos, Juan María García Gil, dijo que el seguro de vida que solicitan a AENA como contrapartida por el trabajo adicional "debe ascender a 50 millones de pesetas para cada uno de los 1.500 controladores". Pero añadió que estas cifras son "provisionales, pues dependen de que AENA consiga convenios competitivos con las aseguradoras".

En el aeródromo de Manises (Valencia), la sustitución de controladores militares por civiles suscita recelos: 11 de los 13 profesionales acaban de salir de la escuela de control. AENA ha decidido que estos 11 controladores no empiecen a dirigir aterrizajes y despegues hasta octubre. La próxima semana llegarán 10 controladores que se harán cargo del servicio a partir del 31 de julio.

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