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El fallo analiza cuatro operaciones en las que desaparecieron más de 450 millones de dólares

La demanda civil presentada por Torras en Londres se centra en cuatro grandes operaciones. La primera se realizó a través de la sociedad gibraltareña Croesus en mayo de 1988 y en ella desaparecieron 27,4 millones de dólares. Este dinero fue a parar a una cuenta suiza de una sociedad panameña controlada por el empresario Enrique Sarasola. En esta operación el juez considera conspiradores para defraudar a Fahad al Sabah, Fouad Jaffar, responsables de la Kuwait Investment Office (KIO), y al financiero Javier de la Rosa, por lo que les reclama todo el dinero. La segunda se realizó a través de la sociedad Oakthorn, con domicilio fiscal en el paraíso fiscal de Jersey, y tuvo lugar en marzo y abril de 1990. En este caso desaparecieron 55 millones de dólares, que se repartieron entre Al Sabah, De la Rosa y Jaffar. A los tres se les considera como conspiradores y por ello se les condena.

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La tercera fue realizada también a través de Oakthorn, y en este caso fue por 50 millones de dólares y se desarrolló también en 1990. Los beneficiarios fueron los mismos, aunque en este caso también se considera que el trabajo de Folchi fue negligente y por ello se le considera responsable civil subsidiario.

La cuarta operación, y más cuantiosa, se realizó en octubre de 1990, por importe de 300 millones de dólares, y la sociedad pantalla utilizada fue Pincinco. El dinero fue a cuentas de Jaffar, De la Rosa, Al Sabah, Manuel Prado y Colón de Carvajal, Sarasola y Folchi. En este caso se reclama a todos, menos a Sarasola y Prado, por el mismo importe, aunque Folchi queda fuera de la imputación por conspiración. Como conspiradores se incluye a De la Rosa, Al Sabah y Jaffar, además del miembro de la familia real kuwaití Khaled al Sabaj. La última, por 20 millones de dólares, se instrumentó en mayo de 1992 a través de la empresa Wardbase.

La totalidad del dinero fue a parar a una cuenta en Suiza de Manuel Prado. Aquí se considera que el único que conspiró para defraudar a Torras fue De la Rosa, por lo que es a él solo a quien se le reclama el dinero, motivo por el cual el financiero ocupa el primer lugar en la lista de reclamaciones. Además, hay otras reclamaciones por más de 12 millones de dólares relacionadas con otras operaciones menores.

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