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La Línea digiere el triunfo del GIL entre la expectación y el temor a que frene las inversiones

Esperar y ver. Ésa es la respuesta del municipio gaditano de La Línea de la Concepción a la arrasadora victoria del GIL, un partido que se ha llevado los votos de la desesperanza y de la falta de fe en los partidos tradicionales. Los votos de unos 18.000 linenses hartos del 35% de paro y de sufrir las tensiones del Gobierno con Gibraltar y a los que, por si fuera poco, se les ha puesto de espejo Marbella. "Nos han prometido lo que otros no han hecho", dice uno de los linenses que ha hecho que Juan Carlos Juárez se convierta en alcalde con 17 de los 25 ediles del pleno.

"Esto es como una moza que no se sabe cómo es hasta que no se la hace mujer", dice otro analista político consciente de que este municipio de 60.000 habitantes vive un momento crucial porque las administraciones por fin lo van a mimar. El Estado le ha concedido ahora una Carta Económica Especial que le reportará 715 millones extra anuales. Además, la Junta aprobó en marzo un paquete de medidas para el desarrollo del Campo de Gibraltar, especialmente de la Línea, que contempla unas inversiones en infraestructuras y desarrollo económico y social por 308.000 millones hasta el 2007. Pero aunque el presidente Manuel Chaves anunciara que las inversiones no peligran con independencia de quien gobierne, las medidas están por materializar. Ahí entra el temor de la ya oposición. "No quiero ser un pájaro de mal agüero. Ya he advertido lo que tenía que advertir. Ahora les toca a ellos cumplir con su programa", dice José Fernández (PP), el alcalde en funciones, que ha visto reducida su presencia a cuatro concejales. La ejecución del plan, que coordina la Consejería de Presidencia, tiene que ser llevada a cabo mediante un acuerdo con los ayuntamientos. También lo dijo antes de votar Juan Carlos Calvente, presidente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa Linense (Apymel). "Es un momento especial de crecimiento y la colaboración entre las diferentes administraciones es fundamental". Ahora prefiere callar. "Una vez elegidos es cuestión de aceptar el tema y ver resultados", asegura. El que no esconde su miedo es Luis Vilches secretario comarcal de UGT. "La Línea está de moda", dice refiriéndose también a la Comisión Interministerial creada para coordinar políticas sobre el Campo de Gibraltar. Y añade: "No sé si el GIL nos va a perjudicar". En la sede del GIL todo son mensajes de tranquilidad. "En los otros gobiernos municipales tenemos una relación muy cordial con la Junta y el Gobierno central", comenta Juárez, al que todos llaman ya alcalde. El PGOU de Marbella, que trae a la Junta de cabeza es un "pequeño detalle". Pero, temores aparte, hay una cosa clara: el mensaje de convertir La Línea en Marbella II ha calado. Y eso a pesar de que para que estos dos municipios tengan algo que ver "falta la Lolita Flores", como dice un linense, y "suelo con el que especular", como mantiene Juan Antonio Velázquez, número uno del PSOE.

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