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GUERRA EN YUGOSLAVIA Acuerdo de paz

Un observador ruso se incorpora a la reunión

El agregado militar de la embajada de Rusia en Belgrado, Yevgueni Barmianovic, se incorporó ayer por la tarde, en calidad de observador, a las conversaciones entre militares de la OTAN y yugoslavos que discutían sobre los detalles de la retirada militar yugoslava de Kosovo.La delegación yugoslava tenía más presencia y rango que la del primer día en Blace, en la frontera entre Kosovo y Macedonia. Ayer, el número uno de la delegación era el coronel general Svetorar Marjanovic, segundo jefe del Estado Mayor del Ejército Yugoslavo. Su superior jerárquico, el militar de más rango de Yugoslavia, Dragoljub Ojdanic, mejor permanece dentro de sus fronteras, porque corre el riesgo de que le detengan y lo lleven al Tribunal Penal Internacional de La Haya, donde le acusan de crímenes de guerra en Kosovo. Las discusiones se celebraron en una mesa rectangular con las dos delegaciones, de la OTAN y de Yugoslavia, enfrentadas. Marjanovic ocupaba el lugar destacado frente a su interlocutor de la OTAN, general Mike Jackson. El general yugoslavo estaba flanqueado por el teniente general Blagoje Kovacevic, del Ejército de Yugoslavia, y el coronel general Obrad Stepanovic del ministerio del Interior. En los lados menores del rectángulo se sentaron un observador de Estados Unidos y otro de Finlandia, como partes firmantes del acuerdo de paz, junto con Rusia, que en estas deliberaciones brilla por su ausencia.

Más información
Los generales yugoslavos rechazan la firma del plan para retirar sus tropas de Kosovo.

A preguntas de la prensa, el portavoz de la OTAN en Macedonia, el teniente coronel británico Robin Clifford, aseguró que los militares yugoslavos no tuvieron ningún problema en acudir a la base de la OTAN de Kumanovo, porque el lugar ofrecía mejores condiciones que el de la víspera, una taberna que regenta un albanés, junto a la frontera con Kosovo. Se esforzaba Clifford en asegurar a lo largo del día que el clima de las conversaciones era agradable, pero advertía a los periodistas de que se preparasen para una larga jornada. Sobre las conversaciones no daba ningún detalle y en uno de los encuentros tumultuosos con la prensa se limitó el portavoz a anunciar que los reunidos habían comido queso, fruta y yogures.

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