_
_
_
_
_
58ª FERIA DEL LIBRO DE MADRID

La campaña política también se pasea por las casetas del Retiro

Los autores independientes buscan su espacio

Los flirteos de los políticos, en vísperas del 13-J, con el público de la 58º Feria del Libro de Madrid no han faltado, ya sea como autores que firman sus ejemplares o como visitantes. "Pero todo ha estado dentro del orden y esperamos que así siga, incluso el domingo, cuando, según la experiencia, la gente vota y se acerca al Retiro", dijo Jesús García Bayón, director de la feria. En el Retiro se ha confirmado, también, el contraste entre el éxito de autores mediáticos como Boris Izaguirre y el "novelón" de los independientes.

Sin despertar mayores algarabías, han visitado el paseo de Coches del Retiro, desde el 28 de mayo, políticos como Loyola de Palacio, Fernando Morán, Francisco Trillo y Cristina Almeida. Mientras otros han enviado cartas en las que, tras los consabidos halagos, cuentan en una especie de petición cuáles son sus autores o libros favoritos.El barullo de las cerca de 800.000 personas que visitaron este fin de semana la feria en cambio, convirtieron casi en un susurro los altavoces que no descansaban de anunciar a los autores que firmaban sus libros. Pero entre esas avalanchas de público, tres autores veían pasar las glorias ajenas: Rafael Sanz, Iñaki Alvero y Julio Reija, que al no estar vinculados con ninguna editorial deben ingeniarse la forma de realizar y soportar todo el proceso de un libro.

El más experimentado es Sanz, un segoviano nacido en 1936 que lleva seis años asistiendo a la feria, donde ha presentado ya cinco títulos, entre ellos Cantando al rayar el alba y Antología poética ilustrada. "He estado dos años sin escribir", confiesa, "porque tras la muerte de mi esposa hace cuatro años he vivido una temporada gris". Ahora se prepara para presentar Mi hijo, el mayor, una biografía por encargo. Sus ediciones son de 1.500 ejemplares de media, y cada libro le sale a 450 pesetas.

Alvero, que parecía seguir los pasos de Sanz, luego de tres años de feria, ha anunciado su retirada para el 2000. Este poeta navarro de 28 años dejará las letras cuando publique el libro que cerrará su trilogía Soñando que estoy despierto, y que titulará Estoy harto de soñar que estoy despierto. "Lo que escribo", cuenta Alvero, a quien cada libro le sale por un valor de 350 pesetas, "son reflexiones sobre el presente, que, aunque parezca negativo y sin ocultar la realidad, yo trato de transmitir alegría y optimismo".

Promoción

El debú de los autores Todo en uno ha sido a rayo de sol, con una mesilla en una de las callejuelas entre caseta y caseta. Entonces es el nombre del grupo y de la revista que venden. "Estamos interesados en la poesía experimental y poco conocida", señala Reija, a la que le tocó ayer el turno de promocionar la publicación, que ya va en su quinto número, y que, prácticamente, sólo se consigue en la librerías de la Complutense o en los recitales que ofrecen en algunos bares.Pero no todo es venta, compra, colas y exhibición. También hay espacios donde se reciben libros "en buen estado"para el Tercer Mundo. Es la campaña de la UNESCO, Libros para Centro América y el Caribe, dirigida a los afectados por los huracanes Mitch y Georges. "Lo que más pedimos son libros de consulta como diccionarios o biografías, y de literatura infantil y juvenil", señalan José Sevilla y Janis Rey, coordinadores del Programa en el Retiro. Otro espacio dirigido al Tercer Mundo es el de Con 5 duros cambiarás el mundo, coordinado por la feria. Para ello se han instalado dos mesas de recepción con unas 40 varas metálicas, de un metro cada una, donde la gente coloca las 25 pesetas. El dinero se sorteará el 13 de junio entre las ONG presentes.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_