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Ronda se rebela contra su aislamiento

Calcula el Ayuntamiento que un millón de viajeros visitaron Ronda en 1998. Cabecera de una de las comarcas más deprimidas de España, esta ciudad ha vivido tradicionalmente en una situación de aislamiento que ahora parece definitivamente rota. Olvidada también con frecuencia en los presupuestos públicos, la corriente ha acabado jugando a su favor. Ronda guarda un importante patrimonio histórico-cultural, adornado de un rico acervo de leyendas, y en sus alrededores se localizan tres parques naturales. El turismo es, por tanto, eje principal de los programas de todos los partidos políticos. En todos ellos está tratado como motor de desarrollo, pero también con la preocupación de los riesgos que para la conservación de ese variado patrimonio puede suponer la sobreexplotación. Ya ha generado problemas que requieren medidas urgentes como el tráfico y los aparcamientos. En los últimos años Ronda ha sido una ciudad continuamente en obras. Asegura el alcalde, Juan Fraile (PSOE), que en ocho años se han invertido 5.500 millones de pesetas en infraestructuras. La oposición sólo le reconoce el mérito de sus cuatro primeros años y le reprocha que en su último mandato ha habido una notable paralización, según coinciden en apreciar los candidatos de IU, Pascual del Río, y PP, José Herrera. Los dos recuerdan como flagrante el caso de la depuradora de aguas residuales. Desde que la anterior se clausuró en 1985, las aguas negras de Ronda se vierten al río Guadalevín. Como medida provisional se instaló un colector que atraviesa el puente del Tajo y cuyas obras costaron a Fraile una denuncia por delito ecológico finalmente archivada. Pero el colector tampoco ha funcionado, como reconoce el propio alcalde. El PP entiende que Ronda "no ocupa el lugar que merece" y se queja de la crisis del comercio, que tradicionalmente ha abastecido a una treintena de pueblos. Antes de fichar por el PP Herrera fue candidato a la alcaldía por el grupo independiente Rondeños por Ronda, y formó parte de las listas que el Grupo Independiente Liberal (GIL) presentó a las elecciones generales de 1993. Herrera recuerda que aquello fue un acuerdo puntual entre GIL y su grupo de entonces, que "se acabó y punto" y que no comparte "nada" con Gil. El PP, que tiene seis concejales frente a los 11 del PSOE -dos tienen IU y PA-, ofrece como propuesta estrella el traslado de la estación de Renfe a las afueras y la eliminación de la barrera que hoy son las vías. IU aspira a ser "la llave" del Ayuntamiento y estaría dispuesta a un acuerdo con el PSOE en caso de que pierda la mayoría absoluta, siempre que se refuercen las políticas sociales. Del Río es el único candidato que no desprecia al GIL, cuya lista encabeza Trinidad Aragón, que se instaló en Ronda cuando Gil la nombró candidata. Del Río advierte que el GIL está contactando con la gente "más humilde y con más problemas en los barrios" y teme una política urbanística "feroz", contraria al desarrollo sostenible. Fraile, que junto a su programa de gobierno reparte una memoria de gestión, destaca como lo fundamental de ésta que "hemos ido atendiendo día a día las necesidades de los ciudadanos".

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