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Maruja Torres y Carmen Alborch centran la atención de la Fira del Llibre

Ferran Bono

Gran parte de la mañana estuvieron dándose la espalda en la caseta de organización de la Fira del Llibre de València. La constante afluencia de lectores apenas permitió a Maruja Torres y Carmen Alborch hacer otra cosa que firmar sus libros. Ambas acapararon ayer la atención de los visitantes del certamen, que concluye hoy. Maruja Torres simultaneaba las citas cinematográficas con las literarias en los ejemplares de Mujer en guerra (EL PAÍS-Aguilar) que pasaban por sus manos. "Ésta era muy fácil", comentaba la también escritora tras recordar en una dedicatoria a una joven llamada Natacha el personaje de Guerra y paz, de Tolstoi. "Pero las hago más cinematográficas que literarias", matizó Maruja Torres. La periodista dijo estar sorprendida por el éxito que está teniendo su última obra. Hace años una compañera de EL PAÍS le sugirió que escribiera un libro para los jóvenes periodistas. Al cabo del tiempo se volcó en la elaboración de Mujer en guerra, convirtiéndose en un relato apasionado de su experiencia profesional, sus vivencias y recuerdos, al tiempo que un reflejo de algunos de los sucesos más importantes de la historia reciente, todo ello bien trufado de su característico y desmitificador sentido del humor. "Ahora tengo una novela en la cabeza y la tengo tan redonda que sólo me falta escapar a un paradero desconocido para escribirla", añadió, poco antes de saludar a la directora general de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar, haciéndole ver amistosamente que tiene "mucho más pelo" que su hermano, Ciprià Ciscar. Intensa jornada Carmen Alborch no tiene tanta experiencia en certámenes de libros, pero su primera obra Solas (Temas de hoy) sigue vendiéndose a un buen ritmo, a pesar de que se presentó ya hace unos meses. "La verdad es que no paro", comentó la diputada socialista valenciana. Al lado de la ex ministra de Cultura, el mexicano Jorge Volpi firmaba ejemplares de su novela En busca de Klingsor, premio Biblioteca Breve Seix Barral, en la que mezcla personajes verídicos y ficticios en un relato de espionaje que se nutre también de la física cuántica y que arranca en los juicios de Núremberg a los criminales de guerra nazis. Cinco años ha estado Volpi preparando esta novela en la que el autor ha introducido la ciencia, que apenas ha sido cultivada "por la literatura en castellano". Juan Madrid, por su parte, acudió a la Fira con Restos de carmín (Espasa-Calpe), su última novela cuya acción transcurre en los ambientes hispanos de Nueva York. Una temática muy diferente a la de El mal mundo, libro ganador del XXI Premio Sonrisa Vertical, que recoge dos relatos unidos por la homosexualidad de sus protagonistas y que ayer presentó su autor Luis Antonio de Villena. En la intensa jornada de ayer, también se presentó el libro científico El taller de la memoria, de Juan Carlos López, editado por Bromera y la Universidad de Valencia. Además, la Filmoteca de la Generalitat dio cuenta de las diez obras que publicará próximamente.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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