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Presentada una querella por estafa contra directivos de Telefónica Móviles

Los socios y administradores de Diarphone Levante, SL; Diarphone Salamanca, SL, y Diarphone Vitoria han presentado una querella por delitos de apropiación indebida y estafa contra los directivos de Telefónica Móviles (TM) Justo Llacer, Eduardo Calvet, José Luis Castellano y Julián Barrenechea. Los querellantes estiman el perjuicio causado en 500 millones de pesetas.

Diarphone era la primera cadena de distribución de telefonía móvil en España, después de El Corte Inglés, aunque entró en suspensión de pagos después de que Telefónica rescindiese unilateralmente, y sin dar explicaciones, el contrato de distribución de sus productos que les vinculaba, según consta en la querella.

En el relato de hechos se señala que, el 3 de noviembre de 1995, Telefónica suscribió un contrato por dos años para la distribución en exclusiva del servicio Movistar, a través de las delegaciones de Diarphone, pero, a la vista del auge del negocio, TM comunicó a Diarphone, el 24 de enero de 1996, el carácter de distribuidor exclusivo de los servicios Movistar y Moviline. Y siguiendo las directrices de TM se realizaron importantes campañas de promoción. A finales de 1996 y enero de 1997, ante la entrada de Airtel en el mercado, TM propuso a sus distribuidores una campaña de choque que consistió en regalar los teléfonos al público, incluso la cuota de alta y 5.000 pesetas de consumo, para contrarrestar el perjuicio que podía ocasionar la entrada en el mercado del otro operador. La campaña fue financiada por las propias delegaciones de Diarphone, según la querella, y todavía se está a la espera de la liquidación por parte de TM.

Un portavoz de TM dijo que conocían la querella y que serán los tribunales los que decidan.

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