Paraguay, barril de pólvora
La República de Paraguay está siendo conocida gracias a los trágicos acontecimientos que en ella se desarrollan. El caos parece haberse apoderado de la vida política y social de este país latinoamericano. El presidente, Raúl Cubas, fue el primer mandatario que recibió el poder de un presidente elegido en las urnas después de 40 años de dictadura militar del general Stroessner -que vive plácidamente en Brasilia, en un barrio residencial de lujo-. Cubas asumió la presidencia el 15 de agosto, tres días después decretó la liberación de su amigo y general retirado Lino César Oviedo, que protagonizó una intentona golpista en abril de 1996, a consecuencia de la que cumplía una condena de 10 años de cárcel. La última semana se asesinó al vicepresidente, Luis María Argaña, enemigo declarado de Lino Oviedo. Las conexiones y sospechas que la cúpula en el poder ha acumulado han obligado a Cubas a renunciar a su cargo.Paraguay es un barril de pólvora, observamos con cautela la nueva situación que en breves días se va a definir. Los disturbios continúan, el pueblo debilitado por políticas que han priorizado los intereses de unos pocos se manifiesta. Hace pocos días, varios francotiradores segaron las vidas de varios campesinos. Las tropas del Ejército se están desplegando. Desde el otro lado del océano seguimos con nerviosismo un proceso que agrava la ya preocupante situación precedente. Queremos hacer público nuestro apoyo a las organizaciones populares que desde el anonimato luchan por los derechos más elementales.
A pesar de que los mass media estén copados de intervenciones en los Balcanes, por efemérides deportivas y fusiones empresariales titánicas, conscientes de que la vida media que tienen este tipo de noticias en la prensa es mínima, queremos como organización no gubernamental remarcar la importancia de no perder la perspectiva de que muchas luchas en marcha no son con armas. Muchas luchas son silenciosas y tienen que ver con la supervivencia y el coraje de cada día para superar un sistema planetario que saquea sistemáticamente a los países del Sur. Un Sur con democracias de juguete que permiten la desigualdad, la injusticia y la globalización económica.
Mantenemos la esperanza, recibimos con optimismo la dimi-
sión de Cubas y esperamos que esta vez la voluntad del pueblo pueda verse reflejada en un sistema más cercano a los problemas y a la justicia real.- Sud-Cooperación con Paraguay.
