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Ruptura de las negociaciones en Damel ante la regulación de empleo planteada por la empresa

La solución al conflicto por el expediente de regulación de empleo planteado por la dirección de la factoría crevillentina Leaf Iberia, conocida por el antiguo nombre de Damel, que afecta a 270 puestos de trabajo, recaerá sobre la administración autonómica. Al menos eso es lo que exige el comité de empresa. Para presionar en ese sentido, todos los trabajadores de la firma se desplazarán hasta Valencia, en fecha por determinar, y solicitarán al presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, "que se implique" en el problema, según señaló ayer el presidente del comité de empresa, Joaquín Pérez Guerra. Los sindicatos consideran que la Administración puede implicarse porque ha subvencionado en varias ocasiones a la factoría de dulces con fondos públicos. "La Generalitat no puede aportar dinero para que después tiren a la gente a la calle", señaló Pérez. Otra de las medidas con las que amenazan los trabajadores es llevar ante los tribunales a la empresa. El expediente de regulación de empleo, según los directivos, se plantea como "medida única" para salvar a la factoría. El documento aplica la rescisión de 68 puestos de trabajo y el recorte en varias prestaciones sociales. El pasado sábado estaba previsto que el comité de empresa y los representantes de la firma acordaran dar una solución con la aportación de bajas incentivadas y de jubilaciones anticipadas. Tras aceptar, siempre según Joaquín Pérez Guerra, los empresarios decidieron "cambiar" las propuestas. Las jubilaciones y el trabajo durante algunos sábados, según los sindicatos, han sido "supuestamente" las razones aparentes de la ruptura de negociaciones. Aunque no tienen del todo claro que sean éstos los motivos reales, y señalan como temor que Damel, ahora en manos de la sociedad de cajas de ahorros Espiga Capital, y de la sociedad de inversiones Savoy, sea vendida. "Parece que la intención es sanear la factoría para después ofrecerla al mejor postor", apuntan los trabajadores. La ruptura de las negociaciones vuelve a situar el conflicto en su punto de partida, con el agravante de que los trabajadores se sienten "engañados". La empresa alega que Leaf Iberia ha registrado pérdidas importantes en los últimos ejercicios.

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