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El PP decide al fin apoyar a la abogada agredida que investigaba una recalificación

Tras dos días en Madrid, Francisco de la Barreda regresó ayer a Tenerife a tiempo de asistir a la reunión del comité ejecutivo regional que lo mandó al paro político. Pero no asistió. Prefirió no verlo. Si su estancia en Madrid no le sirvió para convencer al partido de que sus denuncias de corrupción son ciertas ni frenar su despido, no lo iba a conseguir en el último minuto.Así que, en su ausencia, José Miguel Bravo de Laguna, el presidente regional, se permitió el gesto magnánimo de guardarle un sitio en la junta gestora, un rincón tranquilo, donde De la Barreda mire, oiga y calle.

También aprovechó Bravo de Laguna para ponerse a la cabeza de la marcha anticorrupción. La primera decisión de la junta gestora fue la personación del PP en las diligencias abiertas por las agresiones a Julia Bango, la abogada que investiga la presunta recalificación ilegal de un terreno en Tegueste, al norte de Tenerife. "Nosotros", dijo Bravo de Laguna parafraseando a su jefe Javier Arenas, "somos los principales interesados en llegar hasta el final".

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El guión de Madrid

Con la incorporación de De la Barreda a la nueva gestora, Bravo de Laguna representó al pie de la letra el guión que la dirección nacional del PP le escribió el lunes durante su visita a Madrid.También, como Javier Arenas había declarado por la tarde, el presidente del PP canario rechazó anoche "cualquier imputación genérica sobre prácticas de corrupción".

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La gestora, que funcionará durante seis meses hasta la celebración de un congreso ordinario, nació ayer con el apoyo unánime de los dirigentes regionales del partido. Es más, Bravo de Laguna, quien a su condición de presidente regional del PP une la de presidente del Parlamento canario, aseguró que también en Tenerife, a pesar del cisma, se rozó la unanimidad.

"He recibido", dijo, "la petición por escrito de 43 de los 50 miembros del comité provincial pidiéndome que adopte esta decisión".

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