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Profesionales del cine vasco impulsan un órgano mixto para potenciar la industria

Productores, guionistas, directores, técnicos y actores han dicho basta a la descoordinación del sector audiovisual vasco, que repercute de manera negativa en la vitalidad de esta actividad, y han decidido acometer una reforma integral de una industria que, hoy por hoy, está desestructurada. Su propuesta es que instituciones públicas, universidades, ETB, Euskaltel, empresas privadas y teóricos del sector constituyan un organismo mixto que potencie el cine vasco.

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El grupo promotor, que integra a 37 productoras (la mayoría de las que operan en la comunidad), la Asociación Vasca del Cine de Animación, la Unión de Actores Vascos y la Asociación de Guionistas de Euskadi, entre otros, hará pública su propuesta este mes. Su esperanza está puesta en despertar el interés de sectores culturales y empresariales y lograr el apoyo de las instituciones a su apuesta de crear un cine y, en general, una industria audiovisual que "pueda competir en el exterior". La participación pública no debe limitarse a los departamentos culturales sino "a todos los que en realidad tienen algo que decir sobre el sector, como Industria, Hacienda o Comercio", según explica el presidente de la Asociación de Productores Independientes de Euskadi, Iñaki Gómez. Tras una serie de reuniones en las que han debatido los problemas que aquejan a su actividad, los principales protagonistas del audiovisual vasco han acordado proponer a las instituciones públicas, Universidad, empresas, ETB, Euskaltel y teóricos destacados del sector la creación de un organismo mixto que lleve a cabo una política común de potenciación del cine vasco. Según un primer diagnóstico elaborado por ese grupo de profesionales, la endeble situación del cine en Euskadi está directamente relacionada con la estructura del cine en el ámbito español. "El principal problema es que todo el poder de lo que se hace o no se hace está en manos de las grandes compañías de producción, de distribución y de televisión, que hacen una lectura estrictamente económica del negocio y prefieren películas norteamericanas frente a cualquier otra alternativa", señala Gómez. En España, la solución ha discurrido por la vía del proteccionismo. El único motivo por el que se ha conseguido mantener cierto volumen de producción, según consideran los implicados, es porque se han tomado medidas de protección hacia el sector, dirigidas a obligar a las grandes compañías a comprar películas españolas para conseguir licencias de doblaje al castellano, "aunque esas películas ni siquiera lleguen a estrenarse". 100 millones no bastan En el País Vasco, la situación es más grave ya que "aquí ni siquiera hay una sensibilidad sobre la existencia del problema. Las instituciones no ven que se trata de un sector muy importante, tanto desde el punto de vista cultural como económico e industrial, que no se sostiene y que hay que mantener", asevera Gómez. El volumen de producción cinematográfica en Euskadi no ha crecido desde los años ochenta. El ritmo ha sido de cinco largometrajes al año, según calcula el director de la Filmoteca, Peio Aldazabal, quien espera, frente a los malos augurios de los profesionales, "una recuperación del sector". Actualmente, varios cineastas tienen proyectos en marcha. La productora Solospot prepara dos largometrajes; Irusoin, una cinta de dibujos animados; y Luis Goya y los hermanos Ibarretxe, sendas películas. El incremento de la producción no se conseguirá, en opinión de Gómez, sólo con subvenciones económicas. "No es un problema de ayudas sino de políticas, de intenciones; esto no se soluciona con 100 ó 200 millones". Justamente cien fueron los millones que el Gobierno destinó el pasado ejercicio a la creación y producción audiovisual vasca. Se repartieron entre la subvención a tres proyectos de creación de guiones (6 millones), ocho de realización de cortometrajes (14 millones), seis de desarrollo de proyectos de largometrajes (10 millones), y cuatro de realización de largometrajes (70 millones). A esto se suman 164 millones destinados a apoyar la difusión, los festivales de cine y vídeo, las actividades de la Filmoteca y el trabajo de las asociaciones profesionales.

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