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Las FARC piden 300 millones por el español secuestrado en Medellín

Nerviosa, enferma y muy preocupada regresó ayer a Medellín la española Pilar Rojo, después de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) la dejaran libre cerca de Sonsón, al noroeste de esa ciudad, el lunes. Su esposo, Santiago Cabañas, continúa en poder de las FARC. La familia del matrimonio asegura que los guerrilleros han pedido un rescate de unos 300 millones de pesetas. No hay noticias sobre los españoles secuestrados el jueves, José Luis García Alarcón y Marcos Gallego

Pilar, quien fue liberada porque un problema cardiovascular le impide caminar largos trechos -y en los secuestros se hacen jornadas de ocho y diez horas a pie-, se ha negado a hablar con la prensa. "La información se da en la embajada", dice la persona que responde al teléfono en la casa de los amigos de la pareja en Medellín.Aunque ninguna autoridad confirma o niega la cifra del rescate, los expertos en este tipo de delito la ven como "normal". Por lo general, se empieza con una cifra así y dependiendo de la manera cómo se realice la negociación, en el tira y afloja se logran grandes rebajas.

"En el secuestro, todo es negociable", dijo a este periódico Juan Francisco Mesa, asesor jurídico de la Fundación País Libre, una ONG que trabaja para erradicar este delito, que se cobra cada día seis víctimas. Según Mesa, este tipo de secuestro puede terminar con un rescate de unos cinco millones de pesetas. Adriana Esguerra, también de País Libre, afirma que los extranjeros son "apetecidos" por los secuestradores. Desde 1995 se ha mantenido un promedio de tres retenciones de extranjeros al mes y actualmente hay 15 en poder de la guerrilla. La ONG discrepa de la afirmación del zar antisecuestro colombiano, que afirma que la retención de foráneos no es selectiva. Esguerra relata cómo a finales del año pasado fue secuestrada una francesa en plena misa, en un exclusivo sector residencial de Bogotá, y a un japonés lo buscaron en su finca cercana a esta capital.

La guerrilla -dicen los expertos- maneja la tesis de que foráneo es sinónimo de dinero. Ayer no se tenía información alguna sobre los dos operarios de telefonía españoles que fueron secuestrados el pasado jueves.

La pesca milagrosa (el sistema de la guerrilla para secuestrar en controles instalados en carreteras) se ha vuelto muy común. Sólo el fin de semana pasado realizaron tres en la provincia de Antioquia. Ocho personas, incluido el español Santiago Cabañas, permanecen aún secuestradas.

Se han vuelto tan comunes estas pescas que es corriente también que la prensa, especialmente en vísperas de vacaciones, publique medidas preventivas para los viajeros: no utilizar vehículos lujosos, tener a la mano tarjetas de presentación personal que indiquen un cargo inferior al que realmente se ocupa o no continuar el viaje si nadie circula en sentido contrario.

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La carretera que conduce de Medellín a Sonsón -donde cayó la pareja española que vino a Colombia para adoptar un niño- es catalogada como de "alto riesgo". Desde La Ceja, cerca de Medellín, el camino avanza en medio de la montaña en una zona controlada por uno de los frentes de las FARC especializado en secuestro: el conocido número 47.

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