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Un abogado relevado del secreto dice que Conde es el dueño real de Valyser

José Ramón Rigal, abogado hasta 1994 del bufete Asesores en Derecho (propiedad de Mariano Gómez de Liaño) declaró ayer, tras ser relevado del secreto profesional por los acusados, que el grupo Euman Valyser tenía como dueños reales a Mario Conde, Mariano Gómez de Liaño y Arturo Romaní. Dijo que Eugenio Martínez Jiménez también tenía una participación. Rigal cambió de asiento para continuar su declaración tras denunciar que algún acusado le había gritado " mentiroso".

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Primero continuó su declaración Manuel Reimunde Alfaro, ex consejero delegado de Wat, sociedad que fue fusionada con Isolux y que más tarde, volvió a la órbita de la Corporación Industrial en dos tacadas. La primera, en enero de 1992, consistió en la venta de un 10% de Isolux-Wat a Portland Iberia. La instrumental Valyser, que había pagado 600 millones por un 40% de Isolux en julio de 1990, vendió en enero de 1992 el 10% por 1.100 millones de pesetas. La instrucción para realizar esta compra, según declaró en su día el responsable de Portland Iberia en el juicio oral, fue cursada por Arturo Romaní. Y el precio también. Estas dos informaciones no las ofreció nadie sospechoso de formar parte de la conspiración anti-Conde. No. Fue uno de los viejos amigos de Conde y de Romaní: Salvador Salort. El impacto fue tal que uno de los abogados de Romaní se quedó estupefacto.Aún así, las defensas de Mario Conde, Arturo Romaní y Eugenio Martínez Jiménez insisten que fue el consejo de administración de Portland Iberia el que bendijo la operación de compra del 10% de Isolux por 1.100 millones. Por ejemplo, ayer subrayaron a Manuel Reimunde Alfaro que su hermano José Luis Reimunde había aprobado la operación, ya que formaba parte del consejo de administración de Portland Iberia. José Luis Reimunde explicó un día antes, el pasado lunes 22, que fue la comisión ejecutiva quien "cocinó" la compra y que el consejo se limitó a escuchar y decir misa.

Sin embargo, la última palabra sigue siendo, por lo clara y transparente, la de Salort: "Las instrucciones de comprar y el precio me las dio Romaní".

Ayer, Juan Sánchez-Calero, letrado de Conde, apeló a una táctica sugestiva. La necesidad, suele decirse, tiene rostro de hereje. El abogado del ex banquero utilizó uno de los informes de la Agencia Tributaria en el caso Banesto para demostrar que la gestión de Manuel Reimunde al frente de la sociedad Wat estuvo trufada de presuntas irregularidades.

Vínculos societarios

Uno, a continuación, se pregunta: si la Agencia Tributaria es la biblia para Wat, ¿no lo será también para los vínculos entre las sociedades de Conde y el grupo Euman Valyser? ¿No será también la biblia para las relaciones entre Kaneko Holding, Ge.so.co. Asuma y las sociedades de Conde?¿No lo será, también, para las relaciones entre Liaño y su sociedad Doña Ascensión con las sociedades de Conde, Valyser y Longanor, de Romaní?

Manuel Reimunde insistió en que en una reunión que él y su padre mantuvieron con Martínez Jiménez, éste les urgió a no poner resistencias frente a la fusión con Isolux y que para subrayar su poder les señaló que él, Martínez Jiménez, representaba los intereses de Mario Conde. Se verían la cara, vino a decir Martínez Jiménez, según el testigo, con Conde. "La prepotencia con la que nos habló indicaba que tenía poder. Pero finalmente nos dijo que representaba los intereses de Conde", dijo el testigo.

De esos intereses habló también, más tarde, el testigo José Ramón Rigal. El presidente del tribunal, Siro García, le dijo que en función del secreto profesional de abogado podía no declarar en ciertos puntos, que no mentir. Después de varios rifirrafes verbales, el testigo insistió en que se le relevara explícitamente del secreto por parte de Martínez Jiménez y de Gómez de Liaño. El tribunal estimó que si nadie opinaba lo contrario se podía considerar relevado. Pero el testigo exigió que se le relevara explícitamente, ya que, a su juicio, la posición de Gómez de Liaño, particularmente, era ambigua. Todos, incluso quienes no eran sus clientes, lo hicieron ante la pregunta del tribunal.

Rigal dijo entonces que Conde, Gómez de Líaño, Romaní y Martínez Jimenez eran socios en Euman Valyser.

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