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Tribuna:EL CONFLICTO DE LA AGENCIA ESTATAL
Tribuna
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La regulación no garantiza el futuro de Efe

El director de Información de la agencia Efe desde hace casi dos años, Miguel Platón, escribía un artículo en EL PAÍS, el 3 de febrero, bajo el título Por qué Efe regula empleo, en el que se vertían algunas afirmaciones que no responden a la verdad y con las que intentaba justificar el despido colectivo del 20% de la plantilla de esta empresa pública de comunicación, por lo que este comité intercentros, que presido, se ve en la obligación de puntualizar lo siguiente:1.No es verdad, como asevera Platón, que la representación sindical no haya propuesto otra alternativa al expediente de regulación de empleo (ERE) que ha sido aprobado con fecha 10 de febrero de 1999 por el Ministerio de Trabajo, autorizando la extinción de los contratos de 246 trabajadores (54 de ellos en excedencia), de los cuales 143 corresponden a jubilaciones anticipadas y prejubilaciones. El Comité Intercentros de Efe, la primera agencia de noticias de habla española y la cuarta del mundo, lleva años exigiendo a las sucesivas direcciones de la agencia un plan de viabilidad creíble y bien fundamentado, y por ello mostró su disconformidad con el plan de empresa presentado por el actual equipo directivo que encabeza Miguel Ángel Gozalo -y con el ERE unilateral que de él se deriva-, ya que no responde a criterios empresariales, económicos ni sociales para mejorar la calidad informativa de la agencia ni garantizar su futuro, sino que se limita a ser una medida inconsistente que, a primera vista, lo único que busca es abaratar los costes de personal por medio de la jubilación de quienes cumplan 57 años antes del año 2003 y de otros despidos, con simpleza de manual y sin medir sus repercusiones.

El propio Platón había manifestado, en una de sus dos reuniones con el comité en los 23 meses que lleva en el cargo, que Efe no podía mantener a unos trabajadores que, según él, cobran una media de 6,5 millones anuales, y necesitaba contratar jóvenes periodistas a precio de mercado actual. Es decir, en precario y con salarios paupérrimos.

Pero lo cierto es que el colectivo laboral mayoritario en Efe, constituido por los redactores, ya quisiera percibir esos emolumentos. Baste el ejemplo de un redactor con siete trienios que cobró en 1998 un salario bruto de 4,9 millones de pesetas (con plena dedicación y libre disposición y con un número elevado de domingos retribuidos). Suponemos que en los cálculos de Platón han tenido gran importancia los más de 872 millones de pesetas de pluses extraconvenio que se reparten al año en la agencia de manera opaca. (Además, los sueldos de los altos cargos de la agencia son una incógnita, incluso después de que Gozalo fuera requerido en el Congreso el 13 de octubre de 1998 por una diputada del PSOE para que revelase el suyo).

2. Es una falacia el argumento de Platón sobre un doble imperativo legal para atribuir el ajuste de personal al "criterio de necesidad". Él sabe bien que Efe es una agencia estatal y que el servicio público que presta no está sujeto -nunca lo ha estado- a los vaivenes del mercado, y buena prueba de ello es el Contrato Programa cuatrienal (1998-2002) que la agencia ha suscrito con el Estado, que es su accionista y principal cliente.

En su artículo de EL PAÍS, en el que Platón emplea un tono moderado (¿de "viaje hacia el centro"?) impropio del estilo descaradamente partidista y marcadamente censor que viene imponiendo en Efe, elude su responsabilidad y la del equipo que le rodea en la nefasta gestión que, con sus veleidades, ha impedido a la agencia Efe lograr nuevas oportunidades de negocio en las áreas audiovisuales (Sogecable, FORTA, Antena 3, Telecinco, RTVE) después de que Telemadrid se marchase a su propia sede.

3.Con el ánimo de confundir a la opinión pública, Platón mete en un mismo saco la renovación tecnológica (con una dotación presupuestaria específica prevista en el Contrato Programa) y los mecanismos para resolver el desequilibrio económico, cuando sabe que corresponden a partidas totalmente diferenciadas.

4. Resulta sorprendente, por no decir penoso, otro de sus argumentos: "Más de doscientas personas que trabajaron para Telemadrid fueron incluidas en la plantilla de Efe, y, para no prescindir directamente de los trabajadores vinculados a esas actividades, se ha optado por medidas menos traumáticas como las jubilaciones anticipadas y las prejubilaciones". Oculta Platón que la mayoría de trabajadores al servicio de Telemadrid ya no están en la empresa.

5. También soslaya el director de Información el paradójico crecimiento del personal de la agencia durante la tramitación del ERE. A lo largo de 1998, y hasta el 26 de enero último, se hicieron en la agencia 41 contratos indefinidos, 29 en prácticas y 55 por obra o servicio, favoreciendo en buena parte con ellos a personas vinculadas al Opus Dei; por lo que, de seguir esta línea, Efe puede entrar en el libro Guinnes de los récords como empresa donde aumentan sus trabajadores en un proceso de regulación de empleo.

Mucho nos tememos que las continuas contrataciones a dedo, incluso antes de que se produzcan en la plantilla los huecos que pueda motivar el ERE, estén concebidas para afianzar la política de manipulación informativa, que crea constantes problemas en el funcionamiento interno de Efe y que ya fue denunciada por este comité en el Manifiesto en Defensa de la Agencia Efe, publicado en EL PAÍS el 30 de junio pasado con el apoyo de 240 parlamentarios, dirigentes de organizaciones sindicales y sociales, compañeros de los medios informativos y personalidades de la cultura.

El Comité Intercentros de la Agencia Efe, que se ha caracterizado por su independencia a la hora de criticar tanto la gestión del anterior presidente nombrado por el PSOE como la del actual, designado por el PP, considera negativo el expediente de regulación de empleo. Entre otras razones, porque los proyectos que plantean los nuevos gestores no conducen a ninguna parte, pues carecen del análisis detallado de las actividades a desarrollar y se limitan a generalidades e intenciones triunfalistas.

Sin embargo, entendimos desde el principio, cuando la presentación del ERE por parte de la empresa era un hecho, que teníamos la obligación de reducir sus efectos más nocivos para el conjunto de los 1.172 trabajadores potencialmente afectados mediante la negociación, que hemos llevado con firmeza y responsabilidad, aunque al final no se haya alcanzado un acuerdo.

La inmensa mayoría del Comité Intercentros de Efe (eso sí, con el ruido en contra de UGT, que tiene un solo representante sobre 13 y ha evidenciado su irresponsabilidad al convocar elecciones sindicales en mitad del ERE) ha sido capaz de demostrar que la empresa podía renunciar a los aspectos más salvajes de su expediente y de conseguir importantes mejoras sobre su exigua oferta inicial, que, incluso con el desacuerdo al término de la negociación, han permitido asegurar unas condiciones dignas para los afectados.

Los trabajadores de Efe llevamos insistiendo desde hace décadas en que el artículo 20.3 de la Constitución impone la obligación a los poderes públicos de garantizar el control parlamentario y el acceso de los grupos sociales y políticos a los medios de comunicación dependientes del Estado, y que ese mandato constitucional sigue sin ser cumplido por el poder político en nuestra empresa. Por el contrario, la agencia estatal de noticias continúa dependiendo de la decisión puntual del Gobierno de turno en lo relativo a la asignación de unos determinados presupuestos por sus servicios al Estado y también en la adopción de decisiones con perniciosas y traumáticas consecuencias tales como la presentación del expediente de regulación de empleo.

Eva Talamanca, periodista, es presidenta del Comité Intercentros de Efe.

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