Oposiciones a cátedra
Ante ciertas informaciones expresadas en un artículo en el suplemento de la Comunidad Valenciana de EL PAÍS del pasado 26 de enero, como directora del departamento de Análisis Económico, deseo matizar aquellas, que, en mi opinión, pueden inducir a interpretaciones erróneas y que supongo serán debidas a una falta de información. En el cuarto párrafo, se enuncia: "Desde que se presentó el recurso, el pasado 16 de diciembre, la Universidad de Valencia ha estado sometida a una fuerte presión interna y externa de grupos de poder académicos y políticos para que no rompiera con el tradicional gremialismo académico. Una práctica habitual por la que se crean las plazas universitarias a medida de unos de los aspirantes...". El término "gremialismo académico" aparece entrecomillado en el artículo. En la Universidad no se crean las plazas a medida de ningún candidato. Particularmente en la Universidad de Valencia, existe un procedimiento de dotación de cátedras que se aprobó en Junta de Gobierno del 30 de abril de 1996, donde a tenor del presupuesto existente para esa partida, "promoción de profesores titulares a catedráticos", se reparte el número de cátedras entre los departamentos que cumplen los criterios aprobados en la Junta. Los criterios hacen referencia a distintas características, como son el número de titulares y catedráticos en el departamento, no haber tenido una dotación de cátedra el año anterior, que existan profesores titulares que estén en posesión de al menos dos sexenios de investigación, etc. Estos criterios, por estar aprobados en Junta de Gobierno, pueden ser consultados y son de conocimiento público. Por tanto, no se crean plazas a medida de ningún hipotético candidato. Una vez dotada la cátedra, el departamento, según establece la LRU, definirá el perfil de la plaza y elegirá a dos de los cinco miembros del tribunal, que juzgará la idoneidad de los candidatos. Es aquí donde el departamento puede diseñar una plaza ad hoc para un candidato determinado. Por ejemplo, al definir el perfil de una plaza, se puede poner un perfil tan concreto que excluya a la mayoría de los posibles candidatos. El departamento de Análisis Económico tiene como criterio que el perfil de todas las plazas que salen a concurso coincida con el área de conocimiento del propio departamento, Fundamentos del Análisis Económico, siendo éste el perfil más amplio que puede tener una plaza. Respecto a la elección de los miembros del tribunal, la LRU establece que se fijarán por el departamento y que se aprobarán en el Consejo. Ciertamente, existen departamentos donde el "candidato" elige los miembros del tribunal que luego puede o no ser aprobado en el Consejo, siendo este procedimiento totalmente legal. También en este aspecto no ha sido ésta la forma de proceder del departamento de Análisis Económico. Para elegir los miembros que debían formar parte del tribunal, la Junta Permanente del departamento pidió que se reuniesen los catedráticos, y que por unanimidad se eligiese a los miembros del tribunal. La propuesta resultante se llevó al Consejo, donde se aprobó por mayoría. Como hay muchas formas de aprobar por mayoría, sólo daré el dato de que el miembro del tribunal que obtuvo más votos en contra, obtuvo cuatro, frente a 36 a favor, sobre un total de 45. Asimismo, en ese párrafo se dice: "El caso valenciano ha sido una reproducción exacta del conflicto denunciado por científicos de otras universidades, ante la incapacidad de poder optar con igualdad de oportunidades a una plaza". Otra vez, entiendo que se adolece de información objetiva: en el caso que nos ocupa, el concurso de cátedra del departamento de Análisis Económico, los cuatro concursantes que se presentaron a la oposición el pasado 16 de diciembre, son miembros de este departamento desde su fundación, y todos gozan de las mismas oportunidades. Indistintamente de cuál sea el candidato que obtenga la plaza, será, desde el punto de vista externo, un caso más de endogamia en la Universidad. Por último, en el artículo, se dice: "... la citada impugnación tomará el curso judicial. De ocurrir así, será la primera vez en la Universidad de Valencia que el espinoso asunto del gremialismo académico se dirima en los tribunales". Desgraciadamente, no sería la primera vez que una situación de estas características se dirime en los tribunales: ha habido otras situaciones anteriores que también se han resuelto en la vía contenciosa.
Dulce Contreras es directora del departamento de Análisis Económico de la Universidad de Valencia.
