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El Ayuntamiento conocía desde 1993 el deterioro de la fachada del teatro Calderón

El Ayuntamiento de Madrid sabía desde 1993 que la fachada del teatro Calderón se encontraba en malas condiciones. Los inspectores de la Gerencia Municipal de Urbanismo se percataron aquel año, durante una revisión general motivada por la caída de la marquesina del cine Bilbao (6 muertos), de que la fachada del edificio presentaba deficiencias en "balconadas y otros elementos", según consta en el expediente, acompañado de material fotográfico, que los funcionarios abrieron entonces. Pero las obras de rehabilitación que tendrían que haberse efectuado a raíz de esta intervención nunca llegaron a su fin, como reconoció por la mañana en conferencia de prensa el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, del PP. Horas más tarde, el edil pasó a una posición más dubitativa y matizó que desconocía si tales obras de mejora se habían llevado a cabo. "Todavía no hemos encontrado el documento que demuestre que los arreglos efectivamente se realizaron. Pero pronto lo sabremos", dijo el concejal.El pasado viernes, más de 2.000 días después de aquellas primeras inspecciones, un fragmento de cornisa se desprendió del edificio y provocó la muerte de Carmen Alonso Bertol-Luzardo, una joven de 18 años que en ese momento circulaba por la calle del Doctor Cortezo, en el asiento trasero de un Peugeot 205. El edil de Urbanismo precisó que entre los elementos defectuosos descubiertos en la inspección de 1993 no se encontraba la cornisa que causó el mortal accidente de la semana pasada. Sin embargo, admitió que la propietaria del inmueble, Delfina Muñoz-Lusarreta, no llegó a realizar las mejoras.

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En el expediente urbanístico del teatro existe, según Del Río, una orden de la Junta de Centro para que el municipio se haga cargo de las obras de reforma de la fachada en ejecución sustitutoria (la Administración realiza las obras por entender que existe peligro sobre personas y cosas, y luego pasa la factura al propietario). Lo que desconocía el responsable de Urbanismo es si la orden se llevó finalmente a cabo o no.

PSOE e IU coincidieron en resaltar la "negligencia" del Ayuntamiento. El socialista José María de la Riva ironizó: "Las explicaciones del equipo de gobierno son un galimatías".

"Tirarse el rollo"

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El Ayuntamiento responsabiliza al propietario del mal estado que presentaba el edificio

En junio y en noviembre del año pasado, José Luis Moreno denunció ante la Junta de Centro y Gerencia de Urbanismo el mal estado del edificio. El edil de Urbanismo replicó que el empresario teatral se refería "a los elementos interiores del edificio". Los inspectores han visitado este inmueble hasta el último momento. En junio de 1998 acudieron a comprobar si José Luis Moreno había llevado a cabo las reformas interiores que había solicitado y para las que no tenía permiso. Según explicó ayer el concejal de Urbanismo, los técnicos no pudieron entrar porque el edificio estaba cerrado. La última visita la hicieron los especialistas el 18 de diciembre, poco más de un mes antes del accidente. Tampoco en este caso los técnicos pudieron entrar, porque, según explicó Del Río, "los responsables del teatro no lo permitieron".Por su parte, el abogado de José Luis Moreno, José María Stampa, aseguró ayer que en los últimos años "no ha ido ningún inspector, a pesar de las denuncias que hemos presentado por el mal estado de las salidas de emergencia".

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