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La OTAN incrementa su fuerza militar en los Balcanes como forma de presión a Milosevic

La OTAN decidió ayer enseñar sus dientes a Slobodan Milosevic. El Consejo Atlántico dio su apoyo a la decisión del general Wesley Clark, comandante en jefe de las tropas aliadas en Europa, de concentrar en Brindisi, en aguas del Adriático y a pocos kilómetros de la costa albanesa, barcos y aviones de combate. Es su reacción tras la "intransigencia" mostrada la víspera por el presidente yugoslavo. Pero la intervención, apoyada cada vez con más claridad por Estados Unidos, sigue topando con la cautela de los grandes países de la Unión Europea, partidarios de no cambiar la actual política en Kosovo.

La Alianza ha decidido subir varios grados la presión sobre los serbios. El general Wesley Clark y el general Klaus Naumann, presidente del Comité Militar aliado, informaron a los embajadores de sus conversaciones del día anterior en Belgrado. Un largo encuentro de siete horas con Milosevic que no sirvió para cambiar ni un ápice la actitud del líder serbio.Los generales le transmitieron la triple exigencia aliada: libre tránsito del jefe de los equipos de inspección de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), el estadounidense William Walker; libre acceso de la juez Louise Arbour, fiscal del Tribunal Penal Internacional de la Haya, a la zona de la matanza de 45 civiles albanokosovares en Racak; cumplimiento de los acuerdos de alto el fuego firmados en octubre y de todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Eso incluye la limitación de los contingentes de tropas especiales de Belgrado en Kosovo. La triple exigencia aliada topó, una vez más, con el no de Milosevic. Por la tarde, el Consejo Atlántico informó al embajador de Rusia ante la OTAN sobre el viaje de la cúpula militar a Belgrado.

El portavoz de la Alianza, Jamie Shea, describió como "medida de precaución" el despliegue militar en el Adriático. Hacia la base de Brindisi se dirige la flotilla del Mediterráneo bajo bandera OTAN, que incluye el portaaviones norteamericano Enterprise. Su cercanía al territorio kosovar permitirá a los aliados reducir de 96 horas a 48 horas el tiempo necesario para lanzar un ataque aéreo sobre posiciones serbias. En octubre pasado, sólo la presencia de 400 aviones y de barcos portamisiles sirvió para obligar a Milosevic a acatar las exigencias de la comunidad internacional. El Consejo Atlántico acordó también aumentar los efectivos destinados a intervenir en rescate de los observadores internacionales desplazados en Kosovo. En la actualidad hay 1.700 hombres acantonados en Macedonia, junto a Kosovo, una cifra insuficiente para proteger y trasladar a los 600 observadores de la OSCE desplegados por territorio kosovar. La nueva "fuerza de extracción" podrá contar con unos 8.000 hombres más.

Negativa europea

Pese a la exhibición militar acordada por la OTAN, no todos los indicios apuntan a una intervención militar, al menos no de forma inmediata. Los socios de la Unión Europa dieron ayer significativas señales en contra de un ataque. El Comité Político del Consejo de Ministros comunitario fue incapaz de alcanzar un acuerdo para aprobar la prohibición de otorgar visados de entrada en la UE a los ministros de los gobiernos de Serbia y de la República Federada de Yugoslavia. La presidencia alemana prefirió no forzar el consenso dada la intransigencia de Grecia, y dejó la decisión en manos de los ministros, que se reunirán el lunes en Bruselas.Además, ni siquiera se pusieron de acuerdo sobre si acordaban extender esa prohibición a Slobodan Milosevic y su familia. Sólo España y Holanda apoyaron esa medida. Pero, lo que puede ser aún más revelador de las dudas europeas es que los grandes países de la UE, encabezados por Alemania y Francia, defendieron "el mantenimiento de la actual política en Kosovo", según fuentes diplomáticas.

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La posición de la UE coincide con la defendida por algunas fuentes de la OTAN, que consideran que las cosas "aún no están maduras para lanzar un ataque porque hay que fraguar un consenso que ahora no se tiene. Un consenso que pasa ahora por la iniciativa política que se tome durante los próximos días en diversos frentes". Es decir, la iniciativa que tome la OSCE, la que pueda tomar el Grupo de Contacto y, sobre todo, la Unión Europea. Aunque Estados Unidos se mostró ayer particularmente belicoso, siempre ha hablado de atacar si se da el necesario apoyo del resto de socios de la Alianza. Los ministros de Exteriores de la UE se verán obligados a adoptar una posición el lunes, cuando se reúnan en Bruselas. Contarán ya con una orientación política valiosa: los trabajos del Grupo de Contacto formado por altos funcionarios de Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, que se reunirá el viernes en Londres. El encuentro, programado para ayer en Bruselas, se retrasó para permitir al representante ruso tomar una posición más clara después de que su viceministro de Asuntos Exteriores se entrevistara ayer en Belgrado con Milosevic. Durante estos días Rusia ha reiterado su tradicional oposición a un ataque armado contra posiciones serbias.

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