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La ONU augura para este año un aumento del hambre en el mundo

800 millones de personas sufren desnutrición

El año recién estrenado trae consigo la amenaza de un aumento del hambre en el mundo. Y lo hace, según la directora del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), Catherine Bertini, a causa de las crisis alimentarias que ya se produjeron durante 1998. Entre ellas, Bertini destacó, el miércoles en Roma, el huracán Mitch, que arrasó Centroamérica en noviembre; las crisis económicas de Rusia e Indonesia y los conflictos de Kosovo, Sudán y Angola. Más de 800 millones de personas sufren desnutrición crónica. "Los pronósticos para 1999 muestran una gran probabilidad de que aumente el número de países que sufren emergencias y las personas que necesitan ayuda humanitaria", advirtió Bertini. Los analistas del programa de la ONU que ella dirige han identificado durante 1998 nuevas tendencias en el concepto de inseguridad alimentaria. Como las crisis económicas que han sufrido Rusia e Indonesia. Estas dos crisis han contribuido a que "la cara del hambre" esté cambiando y ya no se limite a las urgencias provocadas por los desastres naturales o las guerras.

La repentina crisis económica del país asiático provocó una inmediata falta de alimentos y medicinas y, sobre todo, arrastró a buena parte de la clase media indonesia hacia las filas de la pobreza. Lo mismo ha ocurrido en Rusia.

El huracán "Mitch"

Pero además los grandes desastres naturales -el huracán Mitch sobre todo- también han tenido importantes consecuencias en la inseguridad alimentaria de millones de personas. El PMA ha convertido a Honduras -el país más castigado por el huracán- en objetivo prioritarios de emergencia. Allí distribuye alimentos entre un millón de afectados. Una ayuda que deberá prolongarse hasta bien entrado el nuevo siglo, según la agencia de la ONU, y volverse masiva para que la región vuelva a ser lo que era antes del peor desastre natural en la zona de los últimos dos siglos.

Bangladesh, golpeada por las lluvias, es otro de los focos de conflicto alimentario. Allí la ONU desarrolló durante 1998 su más ambiciosa operación de urgencia de los últimos 35 años. Un total de 19 millones de personas se beneficiaron de su ayuda. Los efectos del clima también se dejaron ver en China, donde la crecida del río Yangtzé dejó sin hogar a millones de personas y mató a más de 4.500 personas. Cinco millones de desplazados por las inundaciones seguirán dependiendo de la ayuda internacional durante 1999. De otro signo fue el origen de las crisis alimentarias de Sudán, con 15 años de guerra civil a sus espaldas, y en Corea del Norte, Angola y Kosovo (Serbia), que también seguirán en la agenda del Programa de Alimentos de la ONU para este año. En Sudán, la ONU intenta paliar el hambre causado por la guerra civil desde el aire. Cada mes, sus aviones lanzan provisiones para 1,8 millones de personas. El mismo sistema se ha empleado en Angola, mientras que en la hermética Corea del Norte, la ONU alimenta directamente a seis millones de personas. En Albania y la vecina Kosovo, la región serbia de mayoría albanesa, atiende a 43.000 refugiados.

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