Olga Orozco recibe en la feria mexicana de Guadalajara el premio Juan Rulfo
"Lo contrario de la vida es la nada, no la muerte. Ahí están esos muertos (en la literatura de Juan Rulfo) mezclándose con los vivos", dijo la poetisa argentina Olga Orozco, miembro de la generación de los 40 junto a Adolfo Bioy Casares, Julio Cortázar o Ernesto Sábato, después de haber recibido en la XII Feria Internacional del Libro de Guadalajara el Premio de Literatura Latinoamericana Juan Rulfo, dotado con el equivalente a unos 15 millones de pesetas. "No me gusta sufrir, pero mi destino es la poesía, es mi manera de expresión, y no tengo otra". La poetisa agradeció el galardón, y el cheque, como "una lujosa alegría ya que la poesía sólo espera la misteriosa gratificación de asir lo inasible, y expresar lo inexpresable".La feria rendía ayer un homenaje a Jesús de Polanco, presidente del Grupo Santillana, que incluía la entrega de la Medalla al Mérito Editorial, "por su trayectoria y gran aportación a la industria cultural de los países latinoamericanos", subrayó Raúl Padilla, presidente de la FIL. La reunión que se desarrolla en la segunda ciudad más importante de México abrió sus puertas este fin de semana con miles de visitantes, una especial atención a Puerto Rico, un apretado programa de actividades y debates sobre literatura y asuntos de actualidad y un interés especial en promover la lectura, motor de la formación humana y la autoestima en los niños y jóvenes, en un país donde el 50% de sus 92 millones de habitantes tiene menos de 18 años.
La relación de presentaciones de libros es larga en una feria que incluye este año 77.000 títulos. En todas las esquinas de un recinto de 14.000 metros cuadrados autores, agentes literarios, público y editores reflexionaban ayer sobre el libro, los niños practicaban en talleres y algunas mesas debatían sobre la política y la academia.
