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Schröder quiere reducir su contribución a la UE y que el este de Alemania reciba más

Pilar Bonet

El Gobierno de coalición rojiverde alemán está dispuesto a subordinar a la lucha contra el desempleo tanto su política interior como la internacional, pero considera que esta batalla sólo tendrá éxito dentro del marco europeo. En el otro gran mensaje, el canciller federal, Gerhard Schröder, aseguró, en su discurso programático de gobierno ante el Bundestag (Parlamento), que su país desea reducir la contribución neta a la Unión Europea (UE) -pidió "justicia de las contribuciones"- y evitar también que las regiones del este de Alemania sean discriminadas en el reparto de los fondos estructurales.

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Schröder, que dedicó la mayor parte de su discurso a asuntos de política fiscal, salarial y social, esbozó algunos de los aspectos internacionales de las prioridades alemanas, aunque no los desarrolló en detalle. El canciller se enmarcó en una política de continuidad con Kohl, pero más inclinado a considerar que Alemania es una democracia consolidada y fuerte, dirigida por una generación que no conoció la IIGuerra Mundial. "Hoy somos demócratas y europeos no porque debamos, sino porque lo queremos de verdad", dijo Schröder. Poco más tarde, el ministro de Exteriores, el verde Joschka Fischer, expresó unos matices diferentes a los del canciller y señaló que, aunque Alemania está dirigida por otras generaciones, el recuerdo colectivo del pasado seguirá desempeñando un papel en el futuro entre los vecinos de Alemania.El canciller abogó por un pacto por el empleo a escala europea, que deberá formular de manera precisa "fines vinculantes" para abordar tres tareas: reducir el paro juvenil, reducir el de larga duración y combatir la discriminación femenina en el mercado laboral.

Alemania, que emprende el camino del abandono de la energía nuclear, abogará por una política de "modernización ecológica" en la Unión Europea (UE), manifestó. "La época de las acciones nacionales en solitario ha pasado", y agregó que esto es válido también para la reforma fiscal ecológica: "Ésta sólo se puede hacer en el marco europeo".

El canciller consideró que las negociaciones sobre la agenda 2000 para reformar las estructuras de la UE y el mecanismo de financiación serán una "tarea difícil" durante la presidencia alemana (enero-junio de 1999). La UE debe administrar sus recursos de forma eficiente y "luchar contra el abuso de las subvenciones".

"También en Europa debemos concentrarnos en las regiones estructuralmente más débiles", señaló Schröder, según el cual las del este de Alemania "no deben ser discriminadas en relación con otras comparables de Europa". Alemania quiere que se llegue a una mayor "justicia de las contribuciones" y que la carga neta alemana sea reducida a una proporción justa en el marco de las negociaciones para reformar las finanzas de la UE.

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Pacto por el empleo

En la lucha contra el desempleo en Alemania, Schröder anunció que, a principios de diciembre, se celebrará la primera ronda del pacto por el empleo, un foro que reunirá a representantes empresariales y sindicales para tratar, junto con el Gobierno, un amplio espectro de asuntos, incluida la reforma de la Seguridad Social y una mayor flexibilidad laboral."El paro masivo es nuestro problema más apremiante y más doloroso", señaló. "Todas las medidas, todos los instrumentos, se juzgarán en función de si aseguran el trabajo existente o crean nuevo trabajo". Sin entrar en detalles, pero con expresiones que llevaban el sello de Bodo Hombach, el paladín de los modernizadores en el Gobierno, el canciller señaló que se debía examinar el sistema de costes de la Seguridad Social. "Para nosotros es más importante financiar el trabajo que tener que pagar el paro".

La lucha contra el desempleo vertebrará las cuatro tareas básicas: modernizar el Estado y la economía; asegurar la justicia social; construir la casa europea desde el punto de vista económico, social y político para que la moneda única sea un éxito, y promover la unidad interna de Alemania.

El canciller reprochó al anterior Gobierno el no haber dejado "la casa en orden" y afirmó que el endeudamiento de la federación es superior a un billón de marcos (85 billones de pesetas) y el presupuesto está lastrado con obligaciones de pago de intereses de más de 80.000 millones de marcos. Esto supone, según dijo, que cada cuarto de marco que se recauda debe ser entregado para el pago de intereses y que el endeudamiento es superior a lo programado en más de 20.000 millones de marcos.

Schröder advirtió que la reforma fiscal que emprenderá el Gobierno es sólo un buen comienzo, confirmó que los contribuyentes tendrán una descarga fiscal neta de 15.000 millones de marcos y que los empresarios pagarán como máximo impuestos del 35%.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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