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Los países del Este quieren beneficiarse de la seguridad común

Hay una Europa que empieza de nuevo a pensar en su integración militar en paralelo a la OTAN y hay otra Europa que se siente huérfana y sigue llamando con fuerza a la puerta de todas las instituciones del Viejo Continente que pueden ponerla a resguardo de futuras tormentas.

Ambas Europas se codearon ayer en el foro de debate organizado por EL PAIS y Le Monde. Bronislaw Geremek, el ministro de Asuntos Exteriores polaco, se definió como el representante de "países que se han reencontrado con la libertad", tras la caída del Muro de Berlín, "y que quieren ahora obtener la seguridad". "La ampliación de la OTAN aportará seguridad y paz incluida a Rusia", a pesar de que se quedará al margen de la Alianza Atlántica.

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La fe en la OTAN quedó también puesta de manifiesto en la intervención del primer ministro de Eslovenia, Janez Drnovsek, quién llegó a decir que debía poder actuar en Kosovo "sin esperar al visto bueno del Consejo de Seguridad" de la ONU.

Drnovsek, que se acaba de entrevistarse con el presidente Bill Clinton en Washington, aseguró que "en EE UU se detectan tendencias aislacionistas pero, afortunadamente, la actual Administración rema en sentido contrario".

Para los Estados fronterizos con Rusia, como Polonia, la inseguridad es la desestabilización de su tambaleante vecino. "En el espacio postsoviético hay que ayudar a la construcción de la democracia y hay que echar mano de la diplomacia preventiva para intentar estabilizarlo", afirmó Geremek.

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Otros vecinos de Rusia, como las tres repúblicas bálticas representadas en el foro por el presidente de Estonia, Lennart Meri; el presidente del parlamento lituano Vitautas Landsbergis; y el ministro de Exteriores de Letonia, Vladis Birkavs-, expresaron también su preocupación por la caótica situación que atraviesa la potencia que les ocupó.

Candidatura a la UE

El secretario general de la Alianza Atlántica, Javier Solana, recordó que 1999 será "un año clave para la seguridad europea" en el que, entre otras cosas, se celebrará una cumbre atlántica en la que ingresarán tres nuevos miembros (Polonia, Hungría y la República Checa) en la Alianza. El presidente estonio rogó que no se tardase en acoger a los otros candidatos, los países bálticos y los balcánicos.El foro de seguridad no era el lugar previsto para discutir del ingreso en la UE al que también aspiran los antiguos países comunistas. En los pasillos del Círculos de Bellas Artes varios de sus representantes manifestaban su descontento por las largas que, sospechan, les va a dar la Comisión Europea.

El órgano ejecutivo de la UE advirtió anteayer a dos postulantes, Eslovenia y la República Checa, que hacían demasiado despacio los deberes previos a la adhesión. Esta admonición ha reforzado el temor entre los seis candidatos mejor colocados de que, en contra de lo previsto, no entrarán en el 2003 sino mucho más tarde.

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