El Gobierno de Brasil anuncia un plan de ajuste por un total de 3,32 billones

, El Gobierno de Brasil anunció oficialmente ayer los detalles del plan de ajuste con el que espera ahorrar el equivalente a 3,32 billones de pesetas en el trienio 1999-2001, volver a atraer a los inversores internacionales para reactivar la economía y dar satisfacción al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que acceda a otorgar una línea de crédito al país que permita garantizar su liquidez. El plan contempla una fuerte reducción del gasto público y de las inversiones de empresas estatales y un aumento de las cotizaciones sociales de los funcionarios y de las tasas sobre movimientos financieros.

El ministro brasileño de Hacienda, Pedro Malan, divulgó las medidas del plan de ajuste, que consiste en recortes de gastos y aumento de los ingresos por un total de 3,32 billones de pesetas, o el equivalente al 3,08% del producto interior bruto (PIB), para tratar de equilibrar las cuentas públicas. Según los planes del Gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso, en 1999 se conseguirá un superávit en las cuentas públicas (excluidos la amortización y los intereses de la deuda) del 2,6% en 1999 y del 2,8% en el 2000, para llegar al 3% del PIB en el 2001.El Gobierno recortará en torno a 1,03 billones de pesetas del presupuesto para 1999 y las empresas estatales deberán reducir sus inversiones en 320.320 millones de pesetas. Además, espera ahorrar unos 593.180 millones de pesetas con la reducción del déficit del sistema de pensiones y recaudar aproximadamente 1,5 billones con la subida de impuestos.

Según los analistas, una parte importante del ajuste recaerá sobre el aumento de impuestos, que hará incrementar los precios. Otra parte importante de la cuenta será pagada por los funcionarios públicos, que tendrán que aumentar sustancialmente sus contribuciones al sistema de pensiones.

Por otra parte, el ministro de Hacienda negó rotundamente los rumores sobre una posible devaluación de la moneda local, el real, y reafirmó el compromiso del Gobierno con la estabilidad de la divisa.

Poda a las pensiones

En su discurso, Malan destacó que el desequilibrio en las cuentas del sistema de pensiones es el factor principal del agravamiento del déficit público, que alcanzó en los primeros siete meses del año el 7,02% del PIB.El ministro informó de que el resultado consolidado del sistema de pensiones del sector público y de los trabajadores de la iniciativa privada apunta a un déficit del orden de cinco billones de pesetas en 1998, con la perspectiva de que se eleve a 5,89 billones en 1999 si no se aplica el plan presentado ayer.

Pero, aun en el caso de que se apruebe el ajuste, que exigirá una reforma legislativa de la Seguridad Social, tan sólo se obtendrán beneficios a medio y largo plazo, por lo que el Ejecutivo ha decidido adoptar medidas a corto plazo para combatir el fraude en las cotizaciones, con lo que se espera recaudar unos 230.860 millones de pesetas más en su primer año de vigencia. Para reducir el déficit del sistema de pensiones de los funcionarios públicos, que será del orden de 2,17 billones en 1998, el Gobierno pretende que los funcionarios ya jubilados, hasta ahora exentos, pasen a cotizar el 11%. Además, se impondrá una cuota temporal suplementaria del 9%, por un máximo de cinco años, a los funcionarios activos, que ya pagan el 11%, y los jubilados con una pensión superior a las 198.240 pesetas pagarán un 20%. El esfuerzo para financiar las pensiones no afectarán a los empleados del sector privado, que seguirán pagando el 11% sobre los primeros 916 dólares (unas 128.000 pesetas) de su salario. Con la adopción de estas medidas el Gobierno espera recaudar unos 509.600 millones de pesetas suplementarios en los primeros 12 meses de vigencia.

Con el objetivo de aumentar la recaudación tributaria, el Gobierno aumentará el impuesto sobre las operaciones financieras (llamado impuesto al cheque) del actual 0,25% al 0,38% a partir del próximo año. También subirá un punto (del 2% al 3%) el impuesto que todas las empresas pagan sobre sus beneficios a título de contribución para fines sociales (Cofins).

Estas medidas se contemplan dentro del plan de acción a adoptar a corto plazo, pero a un plazo más largo el Gobierno apela al Congreso para que vote en el plazo más breve posible la reforma constitucional de la Seguridad Social, del sistema tributario y la reforma de la Administración. El plan de recorte de gastos y aumento de ingresos, que abre las puertas para el acuerdo con el FMI, pretende servir también para acabar con los elevados tipos de interés oficiales, cercanos al 50%.

Según la prensa brasileña, la ayuda que se espera del FMI podría ser superior a los 5 billones de pesetas previstos en un principio. Tras conocerse el programa de ajuste, el FMI manifestó inmediatamente su apoyo al mismo. Un portavoz del organismo internacional afirmó que el ajuste presupuestario proporciona detalles sobre las reformas estructurales y las medidas a corto plazo que adoptará el Gobierno brasileño.

Por su parte, la oposición anunció que no apoyará el programa oficial de reequilibrio presupuestario. El diputado del Partido de los Trabajadores (PT) José Genoino dijo que "provocará recesión y es injusto, y vamos a combatirlo". Los partidos de la oposición afirman que las altos tipos de interés interbancario han provocado el déficit público y no el sistema de pensiones como quiere hacer creer el Gobierno.

La mayor parte de las medidas anunciadas por el ministro Malan tendrá que ser votada por el Congreso. Algunos líderes políticos prevén dificultades para aprobar en el Congreso el aumento del impuesto sobre el cheque y la subida de las cotizaciones al sistema de pensiones de los funcionarios públicos.

Estas declaraciones provocaron que la Bolsa de São Paulo, que había recibido con satisfacción el plan y a media sesión ganaba un 6%, terminase la jornada con una ligera pérdida del 0,6%. La de Río de Janeiro cerró con un retroceso del 0,18%.