Conde restó importancia a las irregularidades en la venta de locales
El ex consejero delegado de Banesto Juan Belloso declaró ayer ante la juez Teresa Palacios, que instruye el tramo de la Operación Locales Comerciales, en la que se imputa a Mario Conde, que el entonces presidente del banco le dijo, tras leer un informe de auditoría interna sobre irregularidades en la compraventa de locales, que, al tratarse de "una cuestión fiscal de menor importe, no había que darle más importancia"
La juez Palacios investiga en pieza separada la participación de Conde en la Operación Locales Comerciales, en la que el único acusado en el juicio oral del caso Banesto es el ex director general Fernando Garro, en el banquillo por un presunto delito de estafa de 1.700 millones de pesetas.Fue la subdirección de auditoría interna del propio banco quien denunció irregularidades el 8 de enero de 1992, al advertir grandes diferencias entre el precio escriturado para un grupo de locales y naves industriales adquiridas por Banesto en Madrid, en 1989 y 1990, y el realmente pagado.
Belloso envió a Conde el informe en 1992, delante del entonces subdirector de auditoría, Rafael Merino. Según relató ayer, el entonces presidente leyó el informe y le dijo que hablaría con el director responsable de las operaciones, Fernando Garro. Más tarde Conde le dijo que "ya que se trataba de una cuestión fiscal de menor importe no habría que darle más importancia, teniendo en cuenta que ya habían pasado dos años y medio desde la última operación". Belloso recordó que la última operación se realizó en diciembre de 1990, contra las normas vigentes, lo que dio lugar al informe de auditoría. Rechazó Belloso que el ex interventor Pedro Insaurriaga pudiera ser responsable. Tanto Banesto como el fiscal apoyan la inculpación de Tomás Allende, presunto testaferro de Fernando Garro, y de Cándido Fernández, quien administró en el Banco Progreso una gran parte del dinero.
