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Un fiscal brasileño impide que aborte una niña de 10 años violada por dos vecinos

Su recurso retrasará la decisión de los tribunales, cuando corre el cuarto mes de embarazo

Una niña brasileña de 10 años embarazada de cuatro meses tras haber sido violada repetidamente por dos vecinos no podrá abortar. La interrupción del embarazo le iba a ser practicada ayer, después de autorizarlo un juez del Estado brasileño de Goiás, pero el fiscal se opuso a la medida y su recurso paralizó el proceso legal hacia el aborto. Esto provocará un retraso de unos 20 días en el caso, lo que derivaría en que la eventual interrupción de la gestación se produjera ya con un embarazo de cinco meses. Un sacerdote católico ha pedido a la familia que se oponga al aborto.

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La justicia brasileña impidió ayer que le fuese practicado un aborto a una niña de 10 años que resultó embarazada tras ser violada en reiteradas ocasiones por dos vecinos. El aborto que le iba a ser practicado a la niña, que sólo es identificada como C. B. S., había sido autorizado por un juez del Estado brasileño de Goiás, pero no se pudo efectuar porque el promotor de Justicia (fiscal) de la localidad de Goiana, Reuder Cavalcante Motta, recusó la decisión."Voy a presentar tantos recursos como sean necesarios para proteger la vida de la niña y de su hijo", manifestó Cavalcante Motta, quien garantizó que su acción demorará el aborto por lo menos unos veinte días, debido a la lentitud con que funciona la justicia brasileña.

El aborto, que las leyes locales sólo permiten en los casos de violación o riesgos de vida para la madre, fue autorizado el pasado viernes por el juez Joao Geraldo Machado, de la localidad de Israelandia, donde vive la niña, ante la evidencia de que la menor había sido violada.

Según el juez Machado, que antes de tomar su decisión solicitó la opinión de varios médicos, la vida de la niña corre peligro pues no se encuentra en condiciones físicas ni psicológicas como para soportar un parto.

Sin embargo, Cavalcante Motta, que dijo actuar a solicitud de varias organizaciones religiosas, afirmó que con su acción intenta defender tanto "el derecho a la vida" del bebé como el "derecho a la maternidad" de la niña.

En la polémica desatada en torno al caso también intervino el sacerdote católico Luiz Carlos Loddi, que dirige una organización de la Iglesia católica conocida como Grupo por la Vida, quien visitó ayer a los padres de la niña de 10 años con la intención de convencerles de impedir el aborto. Loddi declaró a la prensa que la suya es "una misión salva vidas" y aseguró que ha garantizado a los padres de la niña, dos humildes campesinos, que el bebé "recibirá atención, ropas y todo lo que necesite, además de alimentos durante la gestación e incluso hasta tres meses después del parto".

La familia de la niña de 10 años apenas tiene ingresos económicos, puesto que el padre se halla en paro. Por ahora, sin embargo, los padres se mantienen en su posición favorable a que la niña aborte.

En su recurso, el fiscal argumenta que no hubo violencia real contra la niña, sino apenas la llamada "violencia presumida", concepto que se aplica a toda relación sexual de un hombre con una niña menor de 14 años.

La policía de Goiás, que abrió una investigación sobre el caso, detuvo a los dos supuestos violadores: Benedito Moraes, de 65 años, y José Alfonso, de 52.

La familia de la víctima, asustada, ha manifestado su deseo de huir de la ciudad para vivir en paz.

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