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Villalobos dice que renunciará a ser candidata a la alcaldía si no garantizan el AVE a Málaga

El futuro tren de alta velocidad (AVE) que debe unir Córdoba con Málaga sigue siendo un doloroso parto para los políticos andaluces. Y muy especialmente para la alcaldesa de esta ultima ciudad, la popular Celia Villalobos. Por segunda vez, Villalobos condicionó ayer su candidatura a las próximas elecciones a la prolongación del AVE hasta Málaga. Y lo hizo de forma tajante y poniendo fecha concreta a su amenaza: "En enero de 1999 hablaré. Y será para decir: me voy o tenemos AVE". Los socialistas temen que se incluya en los presupuestos de 1999 una partida con exclusivos fines electoralistas.

La alcaldesa no explicitó si será suficiente que el Gobierno central incluya el proyecto en los Presupuestos Generales del Estado, tema que no está nada claro, según insinuó el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos, o si exigirá al Ejecutivo otro tipo de compromiso "que ofrezca más garantías". Esta ultima es la sugerencia hecha por el PSOE, a través de una moción presentada por los socialistas en el Senado el pasado lunes. No es la primera vez que Villalobos echa un órdago al Gobierno con el tema del AVE. Es una postura que la alcaldesa mantiene desde hace más de un año, pero ahora se ha producido un contexto nuevo: Álvarez Cascos sugirió el pasado 28 de agosto, en una visita a Málaga, que el AVE no tendría partida presupuestaria para 1999 porque "a las cuentas estatales sólo van aquellas obras que tienen proyecto", lo que no es el caso. El ministro de Trabajo, Javier Arenas, desmintió al vicepresidente diez días más tarde y aseguró que el Ejecutivo abordaría este otoño el proyecto. Cuentas del Estado Se incluya o no en las cuentas del Estado, el caso es que "no significa nada, porque los presupuestos no son vinculantes", manifestó ayer a este diario el senador socialista por Málaga Francisco Zamorano. "El Gobierno podría incluir el AVE como medida electoralista en Málaga y luego no realizar la obra jamás, tal y como ha ocurrido con otros muchos proyectos", añadió Zamorano. Para "garantizar" el proyecto, Zamorano presentó una moción el pasado lunes, que se discutirá en pleno el próximo día 15, para que el Senado inste al Gobierno a que firme un protocolo de intenciones con la Junta para la construcción de la línea Córdoba-Málaga y su conexión con Jaén y Granada. Y para que lo haga en un plazo máximo de 30 días. "Aquí se van a ver las auténticas intenciones del PP", dijo Zamorano insinuando que los populares votarían en contra. Villalobos, que participó en la ofrenda y misa a la Virgen de la Victoria, hizo hincapié, a raíz de las críticas de IU, en la necesidad de que el proyecto AVE incluya el soterramiento de las vías ferroviarias en la ciudad. Las razones: "El Ayuntamiento se ahorra algún dinerito, entre cuatro y cinco mil millones, y tenemos las garantías de que se lleva a cabo". Aseguró también que "es de obligado incumplimiento" el condicionamiento del plan de remodelación de la estación a que las tres administraciones firmen un convenio para financiar el soterramiento, tal y como acordó la oposición en un acuerdo plenario de marzo. "Lo que realmente quieren es que no se realice el plan Renfe", arremetió la alcaldesa. "Celia miente" En relación al acuerdo tripartito que se firmó en Cádiz, Villalobos dijo que "se hizo antes de que el Senado obligara al Ministerio de Fomento a no firmar ningún convenio con ninguna otra ciudad. Es el Senado el que dice qué convenios se cierran con qué ciudades y en qué momento". Zamorano negó por su parte de forma tajante que fuera así: "Celia miente y miente descaradamente". Y es que la Cámara alta lo que aprobó fue una moción presentada por el PSOE en marzo de 1997 para que en el plazo de un año Fomento presentara un informe sobre los proyectos que existían para resolver los problemas a causa del ferrocarril en las ciudades con más de 20.000 habitantes. El informe, presentado por Fomento en mayo del año pasado, sólo contempla la problemática ferroviaria de Málaga y en ningún momento hace alusión a prohibición alguna. Planteaba, eso sí, las cinco alternativas que presentó EPIPSA en mayo de 1994 para que las vías no dividieran la ciudad.

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