Desarticulada una banda nigeriana que traía africanas para prostituirlas
Les prometían el paraíso, pero las conducían al infierno. El Cuerpo Nacional de Policía ha desmantelado una red de proxenetas nigerianos que presuntamente engañaban a mujeres africanas con la promesa de un trabajo digno en España. Una vez en Madrid, las obligaban a prostituirse en la Casa de Campo, el polígono industrial de Villaverde y en la calle del Capitán Haya. También las enviaban a otras provincias. La Brigada Central de Extranjeros ha detenido a cuatro ciudadanos nigerianos, dos en Getafe y otros dos en Madrid, como responsables de esta red, según informaron ayer fuentes policiales, y a 15 africanas, acusadas de estancia ilegal en España. La banda tenía una infraestructura internacional: sus contactos en Nigeria captaban a jóvenes del África subsahariana. Bajo la promesa de un buen empleo, los supuestos proxenetas las enviaban a España tras entregarles una bolsa de viaje con un pasaporte falso, el billete de avión y dinero para que pudieran pasar por turistas. Los vuelos salían de Dakar (Senegal).
El cabecilla de la red, el nigeriano Patrikson Omoregbee Osaro, recibía a las mujeres en el aeropuerto de Barajas y las conducía a pisos del barrio madrileño de Usera y a otros en Getafe. Aquí, dos mujeres nigerianas, Caroline Offiaf y Kizzy Nze, les quitaban los pasaportes falsos y las vigilaban para evitar su huida. Los cabecillas las amenazaban con tomar represalias contra sus familiares si denunciaban la extorsión, las obligaban a prostituirse y les quitaban el dinero que recaudaban.
El experto en la falsificación de los documentos era, según la versión policial, Robbinson Ogunseri. Sus contactos en África le enviaban las fotos de las candidatas al viaje. Con pasaportes robados, elaboraba la documentación falsa con una pequeña imprenta que tenía en el número 2 de la plaza de Coimbra (Usera). Para justificar su estancia en España, los miembros de la red las obligaban a solicitar el estatuto de asiladas. La policía se incautó de numerosa documentación falsa y 900 profilácticos.
