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Tres jóvenes directores defienden la protección estatal al cine español

Isabel Coixet afirma que a los políticos "no les gusta el cine"

Rocío García

Tras el paso de los políticos, llegaron los cineastas. Frente al mercado libre defendido por los primeros, apareció la creencia en la protección estatal por parte de los segundos. Isabel Coixet, Salvador García y Juanma Bajo Ulloa, tres jóvenes realizadores, apoyaron ayer en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de Santander, las ayudas a la cinematografía, a la que consideran una parte esencial de la cultura española.

Su opinión es compartida por su veterano colega Manuel Gutiérrez Aragón, que señaló: "Cuando el cine avanza es porque está descaradamente protegido". "A los políticos de ahora no les gusta el cine", se lamentó, por su parte, la realizadora barcelonesa Isabel Coixet, que está a punto de estrenar su tercer largometraje, A los que aman, tras la excelente acogida de su anterior Cosas que nunca te dije. "A los políticos les gusta el fútbol y las romerías, pero lo que es el cine, el teatro o la ópera, está claro que no les interesa", aseguró Isabel Coixet en una tertulia, abarrotada de público, del curso que codirigen en la UIMP Manuel Gutiérrez Aragón y el catedrático Enrique Torán.Para la directora catalana, el cine debe recibir ayudas del Estado, igual que las artes plásticas u otro tipo de acontecimientos culturales, y recordó que aquellos países europeos donde la industria cinematográfica está asentada y consolidada, ha sido gracias a las ayudas estatales. El cómo se pueden articular estas ayudas es algo que tanto Isabel Coixet, como Salvador García, el director de Mensaka, o Juanma Bajo Ulloa, realizador de títulos como Alas de mariposa, La madre muerta o la más reciente Airbag, no se sintieron capaces de definir.

Eso sí, Isabel Coixet esgrimió el ejemplo del cine francés, en el que una actriz de peso, como Jeanne Moreau, preside la comisión que impone los criterios a seguir para distribuir las ayudas al cine en su país. En este misma línea, el crítico Carlos Heredero, moderador de la tertulia, subrayó que no es casual que sea precisamente el cine francés el más poderoso dentro del panorama europeo, porque también es el más protegido.

Juanma Bajo Ulloa no quiso dejar de resaltar también los casos de chanchullos o de abusos y de aprovechamientos, por parte de algunos productores que el sistema de ayudas provoca. A su lado, Salvador García defendió las ayudas con una argumentación simple, pero convincente y poderosa: "El cine es la historia de un país".

El surgimiento de muchos cineastas jóvenes, que en opinión de Carlos Heredero es una realidad de estos años noventa ( "En estos años han aparecido en España nada menos que 140 nuevos realizadores", dijo), no hace que ninguno de los implicados esté de acuerdo en ser considerados parte de una renovación generacional. "Es un fenómeno de renovación más que generacional", aseguró Gutiérrez Aragón, quien añadió que han sido los propios veteranos los que han defendido e incluso promocionado esa renovación.

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