El jefe de Policía destina a mil nuevos agentes a combatir los delitos callejeros
El nuevo jefe superior de Policía de Madrid, Julio Corrochano, ha preparado un plan de choque para reducir los delitos en la región. El proyecto se asienta en cuatro pilares: una reordenación de la jefatura (con la división de la capital en cuatro zonas y la creación de los correspondientes supercomisarios); la potenciación de la unidad adscrita a los juzgados (con el fin de aumentar el número de los juicios rápidos); la especialización de las brigadas de Policía Judicial y Policía Científica, y, por último, la llegada de mil nuevos agentes, que serán destinados a las comisarías de distrito para reforzar la lucha contra el delito callejero.Esta remesa de policías, la más importante de las recibidas en Madrid en la década (representa un aumento del 15% de los actuales efectivos), llegará a lo largo de este verano y estará compuesta por 500 agentes recién salidos de la academia de Ávila, 300 alumnos en prácticas y 200 policías procedentes de otras comisarías de España. La decisión del jefe superior es que esta tropa de refresco sea dedicada "en su práctica totalidad" a combatir los delitos que más inseguridad ciudadana despiertan (robos en domicilios, tirones, atracos). Por ello, el contingente será destinado, a diferencia de otras ocasiones, a comisarías de distrito y no a unidades especializadas en la lucha contra los grandes delitos ni a servicios burocráticos. PASA A LA PÁGINA 3
Erradicar los puntos negros
Cuatro 'supercomisarios' se repartirán el control policial de toda la capital
En un segundo paso entran en juego los grupos de prevención de la delincuencia. Estas unidades, compuestas por agentes uniformados, vigilarán y cercarán los puntos negros de la criminalidad guiados por la información que les faciliten las unidades de delincuencia urbana (que les darán, por ejemplo, el lugar y las horas en que se producen los tirones en determinada calle). El nuevo jefe superior de Policía espera que este ataque combinado incida, por su carácter preventivo y disuasorio, en un descenso de los delitos, más que en un aumento de las detenciones. Asimismo espera que, como resultado de la potenciación de las tareas de investigación, mejore la tasa de eficacia policial en los distritos.Para hacer efectivo este plan, Corrochano tiene pensado enviar la práctica totalidad de los agentes que reciba en los próximos meses (cerca de mil) a las comisarías de distrito. También pretende aprovechar la anunciada mejora del parque móvil que se registrará de aquí a final de año y que se basa en la introducción del sistema de alquiler (renting).
Este método consiste en que las casas fabricantes, a cambio de dinero, ceden a la policía vehículos por dos años, tiempo durante el que además se ocupan de su mantenimiento. "Esto permitirá recuperar policías que actualmente están destinados a los talleres y ocuparlos en tareas de calle e investigación. El renting no es idea mía, sino que es fruto de una iniciativa del delegado del Gobierno y mi antecesor", señala Corrochano.
Paralelamente a este reforzamiento de las comisarías, el plan incluye aumentar la especialización de las brigadas de Policía Judicial y de Policía Científica, de modo que estén formadas por expertos que se dediquen exclusivamente a su campo (homicidios, narcotráfico, delincuencia organizada, delincuencia internacional).
Otro aspecto del plan consiste en aumentar los juicios rápidos, de los que en 1997 se celebraron unos quinientos, la mitad que el año anterior. Este descenso ha sido tomado como una asignatura pendiente por el jefe policial, que se entrevistará con el juez decano para analizar sus causas y buscarles solución.
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