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Entrevista:

"Sacar la escultura a la calle es humanizar la ciudad"

La plaza del Ayuntamiento de Leganés está tomada por esculturas, viejas conocidas todas. La Venus de Milo, El discóbolo de Mirón o La Victoria de Samotracia, entre otras muchas réplicas del arte clásico, posan impasibles ante el trasiego de los vecinos, aún impresionados por tan insigne compañía. Esta invasión de esculturas en el centro de la ciudad se le ocurrió a Luis Arencibia, responsable del área artística y de exposiciones del Consistorio, además de ser escultor y grabador. Arencibia se ha propuesto "humanizar" una ciudad "fea y poco armónica" como Leganés o cualquiera de sus localidades vecinas. El proyecto de poner una nota cultural -"de calidad", apostilla raudo- al alcance de los transeúntes se fraguó a principios de los ochenta. Entonces, este canario nacido en Telde hace 51 años convirtió las pocas salas de exposiciones de la localidad en paraísos del arte universal.Su arrojo le llevó a negociar con los más importantes museos de Madrid para trasladar a Leganés piezas y obras originales, bajo condiciones de seguridad propias de la escolta del magnate más rico del mundo. No fue nada fácil. Las protestas arreciaron. El transcurso del tiempo, sin embargo, no sólo apaciguó los ánimos, sino que cambió las tornas: los críticos se trocaron adeptos.

Pregunta. ¿Por qué esta invasión escultórica en las calles de Leganés?

Respuesta. Es una forma de humanizar una ciudad donde los edificios son feos. Como no puedes dinamitar todo el municipio, lo embelleces con esculturas. Es una manera de enseñar las obras al público y de evitar que la ciudad agreda visualmente a los ciudadanos. La necesidad de muchos jóvenes de pintar en las paredes de los barrios se debe a que el urbanismo es salvaje y, aunque parece que no, crea una tensión.

P. ¿Y se necesita mucho dinero para ello?

R. Más que un gran presupuesto, es imprescindible gestionarlo bien. A veces es preferible sustituir el mármol de las fuentes por un material más asequible, como el granito, y aprovechar el remanente de dinero en añadir una escultura.

P. ¿Madrid apoya a sus escultores?

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R. Madrid podría tener un gran conjunto escultórico público, del que carece. Los grandes escultores viven en Madrid y estarían dispuestos a crear para la ciudad, pero esta situación privilegiada no se está aprovechando. Falta apoyo de las instituciones públicas a la escultura. En eso nos gana Cataluña por la mano.

P. ¿Cuáles son las últimas adquisiciones de Leganés?

R. Acabamos de inaugurar una escultura de Ops, que simboliza una sátira de Miguel de Cervantes Saavedra. Y estamos esperando ocho esculturas, de seis metros y medio de altura, obra del escultor Fernando Bellver. Esto sigue adelante.

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