Medio Ambiente da vía libre al desvío del río Llobregat

El Ministerio de Medio Ambiente ha aprobado la declaración de impacto ambiental de las obras de desvío del río Llobregat. La decisión del departamento que dirige Isabel Tocino da vía libre al desvío y a un conjunto de obras asociadas a él e incluidas todas ellas en el plan del delta, como son la ampliación del puerto de Barcelona y la construcción de la depuradora. La aprobación por parte de la ministra se produjo el pasado fin de semana y aún no ha sido comunicada a las administraciones catalanas.

El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes la creación de la sociedad estatal que debe dirigir la construcción de la depuradora del Llobregat. Pero la sociedad no podría actuar porque el terreno no está legalmente calificado. Para ello tiene que ser aprobada una modificación del plan general, lo que no puede hacerse si no hay antes una declaración de impacto ambiental aprobada. Ésta es una pequeña muestra del encadenamiento de trámites que, al final, han acabado frenando una obra pactada desde abril de 1994 y que ni siquiera ha salido a concurso. Es un pequeño ejemplo de lo que subyace tras el discurso del alcalde de El Prat de Llobregat, Lluís Tejedor, cuando advierte de que la ampliación del aeropuerto no puede hacerse del mismo modo si no se quiere llegar al 2010 sin posibilidad de iniciar las obras. La declaración de impacto ambiental supondrá la adaptación del proyecto a sus exigencias. A partir de ahí, el director general de Urbanismo, Joan Antoni Solans, podrá proceder a la aprobación del plan general que incluye las diversas modificaciones urbanísticas debidas a las obras del desvío del río Llobregat. La depuradora La aprobación abre también las puertas a la ampliación del puerto en 200 hectáreas. De hecho, casi todo el terreno que quedará entre el trazado actual del río y el futuro se destinará a zona portuarias, excepción hecha de los terrenos ya reservados para la depuradora, para cuya construcción la Entidad Metropolitana de Medio Ambiente ya puede empezar a comprar los terrenos o, si procede, a expropiarlos, antes de la licitación de las obras. El alcalde de El Prat expresó ayer su satisfacción por la decisión de Medio Ambiente, ya que, dijo, "concreta los temas de los que hemos estado pendientes. Es una excelente noticia para El Prat y también para Cataluña". Las obras del plan del delta, de las que el desvío del Llobregat es en parte la más emblemática, suponen unos 100.000 puestos de trabajo y una inversión cercana al medio billón de pesetas, según los cálculos de la Cámara de Contratistas. Pero, al margen de estos datos, suponen también el despegue de Barcelona como centro logístico que pueda competir, en el plano portuario, con Marsella y Génova para lograr constituirse en el puerto de entrada a Europa por el Mediterráneo. El convenio del delta fue firmado por las administraciones en abril de 1994. La decisión de efectuar el estudio de impacto ambiental fue tomada en noviembre de ese mismo año, pero el ministerio lo frenó temporalmente en septiembre de 1996. Los terrenos para la depuradora fueron reservados por Urbanismo en diciembre de 1995, y en 1996 se firmó el convenio para la ampliación del puerto.