Poesía de calle
Eduardo Mazo no es un poeta famoso. A pesar de que hace ya 18 años que vende sus libros personalmente tomando como escaparate el paseo barcelonés, no ha recibido nunca reconocimiento alguno por su trabajo. Pero resulta que "el poeta de La Rambla", como a este argentino amable le gusta que se le llame, es un poeta de reconocido prestigio en su tierra. Suyo es el poema Che Salvador, escrito con premura el mismo día de la muerte del presidente chileno, que luego se convertiría en una de las canciones clandestinas más escuchadas en Chile. De eso se hace ahora 25 años. Para conmemorarlo, el periodista chileno Rubén Adrián Valenzuela le rindió ayer un homenaje en el que participaron diplomáticos de Chile y Argentina. "Ustedes no le dan valor, pero tienen en la calle a un poeta enormemente importante", reprochó Valenzuela. El periodista recordó que los versos de Che Salvador tuvieron un significado muy especial para los chilenos. Mazo los escribió mientras por la avenida de Corrientes de Buenos Aires pasaba un cortejo fúnebre surgido de la iniciativa popular en memoria del presidente chileno, pocas horas después de que fuera asesinado. "Mazo", explicó Valenzuela, "expresó su rabia y su dolor en unos versos urgentes que pintó sobre una cartulina y que pegó en las vitrinas de un cine frente al cual iba a pasar la comitiva". "Ese poema nos hizo ver que la figura de Allende, vilipendiada en toda la prensa uniformada que los militares permitieron después del golpe, era ya universal". Isabel Allende, hija del presidente asesinado, excusó su ausencia en el acto mediante una carta en la que decía que Mazo fue quien mejor supo captar "la imagen de padre y abuelo" que tenía Salvador Allende.
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