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Lasarte admite que ayudó a matar a Mugica y pide al hermano de la víctima que apoye la negociación

Soledad Alcaide

''Formé parte de la acción, pero no fue como han dicho los familiares". Con esta declaración el etarra Valentín Lasarte se autoinculpó ayer de haber participado en el asesinato en 1996 del abogado Fernando Múgica, en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional. Sus revelaciones no fueron más allá, porque se empeñó en pedir al hermano del asesinado, el ex ministro de Justicia Enrique Múgica, presente en la sala, que ''utilice su poder en favor de la negociación" y el juez le expulsó de la sala. A la salida, Múgica le respondió que el único diálogo posible es el de "la escoba con la basura".

Vestido con una camiseta en la que se leía "presos vascos a Euskal Herria",-Valentín Lasarte no se olvidó en su primer día de juicio de ninguna de las consignas de su organización sobre cómo actuar ante un tribunal. Hizo sus declaraciones en euskera, se negó a contestar a las preguntas que implicaban incriminar a sus compañeros y achacó todas sus confesiones anteriores a las torturas y amenazas recibidas durante su detención. "¿Creen ustedes que iba a dar muchos detalles y denunciar a mis compañeros sin torturas ni amenazas?'', espetó a los magistrados.Sus respuestas de ayer a las preguntas del fiscal Jesús Santos Alonso, que pide 82 años de cárcel para él, y que fueron las únicas que llegó a contestar, sólo se refirieron a su participación en el asesinato de Fernando Múgica. Confesó su pertenencia al comando Donosti y haber recibido la orden del dirigente de ETA, Juan Luis Aguirre Lete, de matar a Múgica. La razón que le dieron, según explicó, fue "que era un miembro del Estado y su hermano también".

Aunque reconoció haber tomado parte en el asesinato, Lasarte negó que fuera él quien disparó contra Fernando Múgica, pero no quiso decir quién lo hizo. "No pude hacerlo yo, porque estaba en la otra acera discutiendo con su hijo", concluyó.

Según el escrito del fiscal, Lasarte acompañó al etarra Javier García Gaztelu y se situó al otro lado de la acera mientras éste disparaba a Múgica. Luego, ambos huyeron del lugar de los hechos, pero en su camino se cruzaron con el hijo del asesinado, José María, que iba acompañado de su esposa.

Lo mismo aseguró ayer este testigo, quien confirmó que dos individuos -uno de ellos Lasarte- se le cruzaron dando voces, después de que él hubiera oído una detonación (aunque no llegó a ver que dispararan). "Al verme", dijo, "me encañonó".

Lasarte se empeñó también en su declaración de ayer en dejar claro que Gracia Morcillo Torres, la mujer que, según el fiscal, alquiló el piso que utilizaba el comando y les facilitaba alimentos, no era miembro del grupo. "Después del atentado", afirmó, "uno de los miembros estaba herido y creíamos que era de bala. No sabíamos a dónde ir y los llevé a casa de Gracia, de la que era amigo, en Andoain, para que o curara". La situación se complicó entonces, según su testimonio, porque el pueblo se llenó de ertzainas y tuvieron que quedarse varios días en su casa.

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Finalizado el interrogatorio del fiscal, Lasarte aprovechó las preguntas de las acusaciones para dirigirse al hermano del asesinado, Enrique Múgica, que por ser letrado estaba presente en la sala. "Todos las muertes que ha habido en esta lucha", le manifestó, "me duelen, y la de su hermano también". Pero el presidente de la sala, Francisco Castro, le reprochó que hiciera valoraciones en vez de contestar a las preguntas. Ante esto, Lasarte espetó: "Si no me van a dejar hablar, quiero salir". Y como no se atenía a las preguntas que se le formulaban, acabó siendo expulsado de la sala. Antes de marcharse, le dio tiempo a recriminar a Enrique Múgica, porque "es quien no quiere llevar a los presos vascos a Euskal Herria".

Presencia de socialistas

Junto al ex ministro estuvieron presentes en el juicio otros miembros del PSOE, que se ha personado como acusación. Entre ellos, el secretario de política autonómica, Ramón Jáuregui; el candidato socialista a lehendakari, Nicolás Redondo Terreros, y otros responsables como Francisco Fernández Marugán, Antonio García Santesmases y Javier Sáez Cosculluela.A la salida del juicio, que continuará hoy y está previsto que siga hasta mañana miércoles, Enrique Múgica se pronunció en contra del diálogo con los violenos: "Cuando se oyen voces diciendo que hay que negociar con ETA y FIB sin condiciones, se está alentando la violencia, por mucha buena intención que se ponga". Y añadió que es su hermano muerto quien le dice que "hay que luchar contra el terrorismo con la ley y la Constitución".

La Audiencia Nacional impuso también ayer al ex etarra José Miguel Latasa, alias Fermín, cinco años y 10 meses de prisión, pena inferior a la que había soliciado el fiscal, porque ha valorado el hecho de que hubiera abandonado por su propia voluntad la organización terrorista. Latasa ha sido condenado por los delitos de terrorismo, detención legal y lesiones. Además tendrá que pagar una indemnización de 3,5 millones de pesetas por responsabilidad civil.

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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