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La policía serbia carga sin miramientos contra miles de manifestantes albaneses en Pristina

Unidades especiales de la policía serbia, armadas con cañones de agua, granadas lacrimógenas y material antidisturbios, dispersaron ayer violentamente una multitudinaria manifestación de albaneses de Kosovo que protestaban contra la muerte el fin de semana de 16 de los suyos a manos de la policía de Belgrado. Decenas de miles se echaron a la calle en Pristina, capital regional, en una de las protestas más masivas desde que Slobodan Milosevic suspendiera hace 10 años la autonomía de la región sureña, hogar de dos millones de personas, de las que el 90% son albaneses.

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Los incidentes armados se extendieron también a otras localidades y al final de la jornada la agencia yugoslava Tanjug daba cuenta de la muerte por disparos de bala de un serbio en Donji Ratis (al oeste de Kosovo). Otras dos personas, un padre y un hijo de etnia albanesa, resultaron heridos en el mismo incidente.La OTAN discutirá hoy en Bruselas la situación de esta explosiva zona surbalcánica, cuyo agravamiento acabaría inevitablemente contaminando a la vecina Macedonia, con al menos un 25% de población albanesa, y a la propia Albania, que todavía arrastra graves secuelas del caos absoluto en que se sumergió hace ahora un año. Tanto el primer ministro albanés, Fatos Nano, como el ex presidente Sali Berisha han pedido calma a los albaneses de Kosovo y una inmediata intervención de las potencias occidentales para abortar una nueva guerra étnica en los Balcanes.

La Unión Europea dijo ayer que "es necesaria más presión sobre Milosevic para que inicie un diálogo con los albaneses de Kosovo". Alemania, por su parte, considera urgente resolver un conflicto cuyo origen, asegura, está en la opresión serbia.

Fuentes de la OTAN precisaron ayer que el intento de Belgrado de imponerse por la fuerza sólo conduciría a una nueva tanda de "sanciones draconianas" que la Yugoslavia de Milosevic no se puede permitir. Slobodan Milosevic, que desató precisamente en Kosovo la galerna ultranacionalista que desembocó en las guerras de Croacia y Bosnia, ha reiterado que la situación de la provincia es un asunto interno de Serbia y ha acusado a los enemigos de su país de querer "internacionalizar" el conflicto.

Los albaneses de Kosovo se han manifestado reiteradamente a favor de la independencia, una posición que las potencias occidentales no amparan, pese a exigir para ellos una amplia autonomía como la que disfrutaron bajo Tito.

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En la manifestación de ayer, las unidades especiales de la policía se emplearon sin contemplaciones contra los manifestantes de Pristina, que denunciaban "el terror, la violencia y la depuración étnica" ejercidos por Milosevic. Los albaneses exhibían pancartas solidarizándose con sus 16 conciudadanos muertos durante el fin de semana en Drenica. Cuatro agentes serbios también resultaron muertos.

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