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Transáfrica y dos filiales suspenden pagos con un pasivo de 20.500 millones

Transáfrica, empresa matriz del grupo del mismo nombre, y sus filiales Pescafina y Pez Austral presentaron ayer suspensión de pagos en el juzgado de primera instancia número 50 de Madrid. El pasivo presentado por las tres sociedades suma 20.500 millones de pesetas. La matriz de Transáfrica presentó un pasivo de 4.200 millones de pesetas; Pescafina, de 14.400 millones, y Pez Austral, 1.900 millones. Fuentes de la empresa señalaron ayer que no se trata de un problema de solvencia, sino de liquidez, y que la actividad del grupo seguirá con total normalidad y la plantilla de 420 personas tiene asegurado su puesto de trabajo. Pescafina y Pez Austral, dedicadas a la comercialización de pescado congelado, bacalao y productos precocinados, facturaron el año pasado 38.000 millones.La crisis, que comenzó al aflorar un agujero de 15.000 millones en el banco argentino, arrastró a Socimer Intemational Bank Limited, su accionista. Éste fue suspendido de actividad el miércoles. También arrastró a Transáfrica, propietario del 100% de Socimer. El primer episodio fue la apertura de expediente sancionador por la Comisión de Valores a la agencia de valores AVA y a Socimer. AVA suspendió pagos el martes.

El principal accionista de Transáfrica, la multinacional comercializadora de productos agrícolas André & Cie, con el 49% del capital, emitió ayer por primera vez un comunicado en el que se autoexculpa de la crisis. La nota afirma que "tiene una participación minoritaria en Transáfrica, sin que ejerza el control sobre dicha empresa y mucho menos sobre ninguna sociedad del grupo Socimer, en la que André & Cie no es accionista. A este respecto no puede asumir la menor responsabilidad derivada de las operaciones de AVA o de las relaciones de Socimer con el banco argentino UNB Medefin". Las relaciones con los fundadores de Transáfrica, la familia Salama, son tirantes. La familia está dividida como demuestra que Rafael Salama Benoliel tiene su 16% sindicado con A & C.

Mientras tanto, el Banco Central de Argentina suspendió ayer la actividad de UNB Medefin durante 30 días por haber incumplido su compromiso de capitalización. El UNB Medefin cuenta con 400 depositantes con un monto de 16.100 millones de pesetas, de los que 11.300 pertenecen a Socimer. El banco privado argentino supone el 0,15% del sistema bancario de Argentina por lo que supone un mínimo riesgo. [La Asociación de Usuarios de Entidades de Crédito (AUSEC) está estudiando acciones judiciales contra la CNMV y contra el Banco de España por no haber tomado medidas cautelares de protección de los inversores.]

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