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JUEGOS OLÍMPICOS DE INVIERNO

El desastre español

España aspiraba a dos diplomas olímpicos, con la posibilidad de que uno de ellos fuera medalla. Ya eran unos objetivos bien poco ambiciosos en comparación con los Juegos de verano, pero el CSD era consciente de la penuria. Y aun así no se ha conseguido nada. Las tres mínimas opciones fallaron: Ana Galindo se cayó en el gigante, lker Fernández fue el 19º en snowboard y Gutiérrez, descalificado ayer. Además, se esperaba que un 20% de los participantes (12,7 hombres y 5 mujeres) se clasificara antes de la mitad de la tabla. Pero sólo lo lograron el propio Gutiérrez (a pesar de todo) en los 30 kilómetros del primer día y Jordi Ribó ayer. Este, también entró en el 80% que tenía como objetivo estar en el primer tercio de los clasificados. Sólo él y María José Rienda, la mejor española 14ª en eslalon y 12ª en gigante. Pero ni siquiera entre las 10 primeras. Esto es lo que se llama un desastre de balance, o cualquier otro sinónimo. Samaranch dijo hace unos días, cuando el caos era ya regular, que el secretario de Estado, Pedro Antonio Martín, "tomaría las medidas oportunas".

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Los 50 kilómetros de esquí de fondo, donde Juan Jesús Gutiérrez tenía una de las escasas opciones de brillar, fueron el último fiasco. Rompió un esquí en el kilómetro 3 y eso le supuso la descalificación inmediata. Diego Ruiz, que no salió, le dejó uno porque quería dar unos kilómetros más para quitarse el enfado, pero nada más. El mejor, Jordi Ribó, acabó el 25º y Alvaro Gijón, que hacía su primer 50, el 42º de 62 clasificados. Harit Zunzunegui, también debutante, abandonó (lo hicieron 17) cuando iba último.

A Gutiérrez no le dio tiempo ni a cansarse. Fue el colmo de la mala suerte. Para empezar, no llovía, como le hubiera venido bien. Y si ya se le habían roto los mejores esquíes que tenía. en la prueba de 15 kilómetros, ayer rompió. uno y fue suficiente para irse al garete. Cuando pasó por la zona de meta, a los 5 kilómetros, ya le habían alcanzado los dos esquiadores que habían salido por detrás de él. Se notó que algo le pasaba. No poco. Iba descalificado, con esquí prestado y un enfado monumental.

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