El Parlamento Europeo prohíbe la gasolina con plomo a partir del 2000

El Parlamento Europeo aprobó ayer un paquete de medidas para reforzar la legislación europea contra la contaminación que producen los automóviles, que obligarán a producir vehículos y carburantes menos nocivos contra el medio ambiente. Por abrumadora mayoría, los eurodiputados se pronunciaron a favor de que la gasolina con plomo se prohiba en la Unión Europea (UE) a partir del 1 de enero del 2000.

Asimismo, los parlamentarios marcaron igual plazo para que la gasolina sin plomo y el diesel tengan menos elementos contaminantes. Se concederán, no obstante, plazos excepcionales para aquellos países en los que estas medidas puedan causar problemas socio-económicos por la antigüedad de su parque automovilístico.Los países que lo soliciten podrán retrasar al 1 de enero del 2005 la prohibición de la venta de gasolina con plomo, y al 1 de enero del 2001 y del 2003, respectivamente, la venta de la nueva gasolina sin plomo y de las nuevas fórmulas de diesel menos contaminantes.

En cualquier caso, los eurodiputados exigen que estos dos tipos de carburantes se ajusten de forma obligatoria a partir del 1 de enero del 2005 a fórmulas de composición todavía más estrictas, que aumenten su contenido en oxígeno y disminuyan las olefinas, azufre y otros componentes de la gasolina.

Además, los eurodiputados aprobaron otra propuesta para que todos los automóviles a partir de esa fecha tengan limitadas sus emisiones de gases contaminantes a unos baremos fijados en la directiva y más estrictos que los actuales.

Para que las medidas sean viables, los eurodiputados aprobaron una serie de enmiendas a ambas directivas para autorizar a los países comunitarios a introducir incentivos fiscales para modernizar refinerías y adaptar los vehículos.

Las normas están basadas en el modelo que se lleva aplicando durante varios años con éxito en California (Estados Unidos).

El carácter obligatorio de los límites aprobados por el Parlamento para el 2005 choca con el texto que recibió el visto bueno de los ministros de Medio Ambiente de la UE el pasado junio, que estableció valores indicativos y voluntarios para esa fecha.

Los ministros deberán abrir ahora una negociación con los eurodiputados ya que la Eurocámara tiene poder de codecisión para ambas directivas. De no llegar a un compromiso, pueden ser rechazadas las dos propuestas.