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Los cines de Méndez Álvaro funcionan sin licencia ni el permiso de bomberos

Los servicios técnicos del Ayuntamiento de Madrid aún no han tenido tiempo para comprobar si el complejo Cine Cité de Méndez Alvaro, un edificio de 14.000 metros cuadrados con 16 cines abierto hace 53 días, cumple todos los requisitos legales. Los multicines, en cuya construcción gastó 2.500 millones el grupo francés UGC, funcionan todavía sin los permisos necesarios.Un informe municipal, elaborado en la Gerencia de Urbanismo y fechado el 15 de enero pasado señala que Cine Cité, inaugurado el pasado 3 de diciembre, aún carece de la licencia de ocupación y del visto bueno del Departamento de Prevención y Protección Civil del Ayuntamiento.

Álvaro Postigo, director de explotación del complejo cinematográfico, aseguró el viernes a este periódico que desconocía la existencia del informe y, mucho menos, que carecieran de alguno de los permisos municipales necesarios para funcionar. "Sufrimos varias inspecciones del Ayuntamiento antes de la apertura. Que yo sepa, no hubo ningún problema y actualmente tenemos todos los papeles en regla".

Postigo aclaró que una promotora, Stin Beatir, se había encargado de la construcción del inmueble, situado en una zona nueva de oficinas y comercios, y de la tramitación de todos los permisos necesarios en la Gerencia de Urbanismo.

La promotora que trabajó para el grupo francés UGC pidió la licencia de ocupación del complejo Cine Cité, imprescindible para abrir los multicines, el 2 de diciembre pasado, sólo un día antes de la inauguración oficial.

Los responsables de las salas niegan que en la apertura del centro hubiera precipitación pues el Ayuntamiento había efectuado numerosas inspecciones en las que los técnicos no habían descubierto ninguna anomalía grave.

El primer día de funcionamiento del complejo un fallo en su ordenador central motivó que se vendieran más entradas de las plazas existentes. La reserva telefónica fracasó aquel día y se organizó un gran revuelo en torno a las 12 de las 16 salas de Méndez Álvaro (las otras cuatro todavía no estaban abiertas).

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Algunos espectadores presentaron denuncia contra la empresa por no poder acceder a las salas pese a disponer de entrada. Los agentes municipales tuvieron que trasladarse al cine para evitar altercados ante la indignación de alguno de los aficionados que se habían quedado sin película.

Un responsable de la promotora Stin Beatir quitó importancia a la falta de licencia de ocupación. Según este promotor, el Ayuntamiento de Madrid tarda habitualmente. varios meses en conceder la licencia de ocupación y que, mientras tanto, se puede operar si se ha solicitado dicho permiso. "Aunque cumplas todos los requisitos, la licencia tarda unos meses y en Madrid existe tolerancia para abrir. Si se revisan los últimos 20 edificios abiertos en la capital, probablemente sólo se encuentren dos con licencia de ocupación", explica, el dirigente de la promotora.

Campar a sus anchas

El PSOE acusa al gobierno municipal de abandonar la disciplina urbanística de la ciudad

"La disciplina urbanística en la ciudad de Madrid", aseguró De la Riva, "funciona con el mismo caos que el tráfico en las principales calles de la ciudad"..El edil socialista recordó que cualquier particular debe esperar a tener la licencia de ocupación antes de poder entrar en su casa nueva mientras que el Gobierno municipal del PP ha instaurado una "peligrosa práctica en la ciudad por la cual se permite a los particulares ricos y poderosos campar a sus anchas".

"Y esta indisciplina", continúa De la Riva, "es peligrosa, como se demostró con la explosión de una gasolinera en la calle del Doctor Esquerdo. Resultó que no tenía licencia de funcionamiento".

No es la primera vez que un complejo importante al que acuden cientos de personas abre sus puertas sin tener todos los permisos en regla.

Hace cuatro años, el centro comercial La Esquina del Bernabéu, propiedad del Real Madrid, abrió sus puertas sin que se hubieran resuelto los problemas que habían apuntado los técnicos municipales. En sus informes llegaron a señalar que se habían instalado dos tiendas en los huecos de los ascensores del complejo comercial y que tenían que ser desmanteladas para garantizar la seguridad. Se abrió incluso una investigación municipal respecto a su legalidad que se cerró sin ninguna medida disciplinaria.

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