Precisiones

En relación con la información publicada en el diario EL PAÍS en su edición del 6 de octubre de 1997, página 30, en la que aparece como autor Juan Tomás de Salas, y por entender que en dicho texto, además de ciertas imprecisiones, se contienen informaciones que no se corresponden con la realidad, es por lo que me dirijo a usted al objeto de hacer una serie de precisiones y con el ruego de su publicación.Con fecha 5 de septiembre de 1996 transmití todas las acciones que tenía a título personal en el Grupo Altaya, SA, sociedad de cartera del Grupo 16, mediante póliza intervenida por corredor de comercio, por lo que, desde dicha fecha, no ostento titularidad alguna a nivel personal en las sociedades del Grupo 16.

Ésta es la historia. Con fecha 22 de septiembre de 1995, en la sede del Banco Central Hispano (BCH), y Con intervención de la sociedad de valores del propio banco, adquiero a Jesús de Ramón Laca las acciones del Grupo Altaya, SA, sociedad de cartera del Grupo 16.

En el mismo acto, y con la ausencia y presencia de los responsables del BCH, suscribí con el señor Laca un documento por el que me comprometía a acudir a un procedimiento concursal al objeto de reducir sustancialmente el pasivo del grupo.

Con gran sorpresa por mi parte, advertí en el tiempo transcurrido entre la adquisición de las acciones y la presentación de la suspensión de pagos de Diario 16 -4 de diciembre de 1995-, y tras un trabajo lleno de dificultades por la ausencia de datos, que el estado financiero que me fue presentado en el momento de la adquisición del paquete de control, desgraciadamente, estaba muy lejos de la realidad.

Ello no obstante, y en este corto espacio de tiempo, se presentó el expediente de suspensión de pagos de Diario 16, que fue admitido, designándose los preceptivos interventores judiciales.

Ante la negativa de bancos y Administración pública para encontrar una solución de viabilidad para las publicaciones de Grupo 16 acepté la propuesta de don Juan Tomás de Salas, ya que entendí que, como fundador del Grupo 16, podría abrir las puertas que se me habían cerrado.

A tal efecto, y con fecha 11 de noviembre de 1996, suscribí con Juan Tomás de Salas una serie de documentos por los que se procedía a la participación final en el capital social de la entidad mercantil, a la que previamente yo había aportado un edificio industrial en el polígono industrial de Alcobendas.

La participación final quedó establecida de la siguiente forma: Juan Tomás de Salas, el 37%; Mazog, SA, el 33%, y trabajadores Grupo 16, el 30%.

Ésta es la real situación, no la coyunda a que se refiere Juan Tomás de Salas en su carta Juan Tomás de Salas ha sido y es propietario de un 37% del capital social. A partir de aquel momento, Juan Tomás de Salas, como administrador único de esta sociedad y gestor notorio de las sociedades del Grupo 16, se incorpora al mismo realizando todas las gestiones que considera necesarias para el reflotamiento de Diario 16.

Lamentablemente, la gestión de Juan Tomás de Salas no ha respondido a las esperanzas concitadas en torno a su persona, y especialmente cuando, a partir del mes de junio pasado, se tuvo conocimiento de un proyecto de periódico con algunos colaboradores y personas ajenas al grupo, en clara y desleal competencia con el periódico que dirigía, Diario 16, y las ilusiones que los trabajadores habían depositado en su reflotamiento.

Ni que decir tiene que la documentación acreditativa de todos los extremos que le expongo anteriormente se encuentra en mi poder y puede ser cotejada por EL PAÍS.- .