Los bailarines piden la homologación de sus títulos para poder dar clase
El pasado verano se lanzó una convocatoria para cubrir una plaza de profesor de ballet clásico y otra de español en el Conservatorio de Madrid. Los requisitos eran estar en posesión de título de licenciado, ingeniero, arquitecto o equivalente. Se presentaron cinco profesionales del baile, todos con titulación de danza anterior a la LOGSE, y no se cogió a ninguno porque con la nueva ley de educación los títulos de danza son papel mojado que no se ajustan a los requisitos que se piden ahora. Los bailarines afectados reclaman al Ministerio de Educación la homologación de su título.
"¿Qué pensaría usted si un profesor de flamenco diera clases de Matemáticas a su hijo?". La Asociación de Profesionales de la Danza usa esta pregunta para concienciar a la opinión pública sobre el problema que, desde la aprobación de la LOGSE (1990), se le plantea a este colectivo: los títulos que el ministerio expidió desde 1942 hasta hace siete años no tienen validez, por lo que es imposible obtener una plaza de maestro. "Los títulos anteriores a la LOGSE debían homologarse para que coincidieran con la titulación de grado superior que se exige ahora, como ha pasado con los de arte dramático y música. El ministerio, para no homologarlos, argumenta que no se emitieron oficialmente", explica Ana Cabo, presidenta de esta asociación.María Tena, subdirectora de Enseñanzas Artísticas del ministerio, explica: "En danza, cada conservatorio daba un título distinto, no había una regulación. Esos títulos no tienen validez jurídica. No hay manera de darles equivalencia con un título superior". Su propuesta consiste en validar los títulos para que los bailarines den clase en grado medio y elemental. Los bailarines se oponen: quieren un título superior.
La primera promoción de estudiantes que sigue la LOGSE está a punto de empezar el segundo grado y no hay profesores para ellos (el ministerio habilitó los títulos para el grado elemental). "Si se llega a las últimas consecuencias, ningún profesor del conservatorio podría dar clase a no ser que fuera licenciado universitario", señala Cabo.
