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Dos presuntos miembros del 'comando Vizcaya' civil en Bilbao mueren en un tiroteo con la Guardia Civil

Dos presuntos miembros del comando Vizcaya de ETA fallecieron esta madrugada en un tiroteo con agentes del servicio de información de la Guardia Civil que habían desplegado una operación en pleno centro de Bilbao para acabar con uno de los grupos más activos de la banda terrorista en los últimos meses. Un tercer miembro del comando fue detenido, mientras que un agente del instituto armado resultó herido en una mano. Pasadas las 2.30 de esta madrugada sólo había trascendido la identidad de uno de los terroristas fallecidos, Salvador Gaztelumendi Gil. El comando Vizcaya cometió su último atentado el 5 de septiembre, cuando asesinó en Basauri al agente del Cuerpo Nacional de Policía Daniel Villar Enciso.

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El tiroteo se produjo poco después de la medianoche en la calle Amistad, una pequeña vía en pleno centro de Bilbao distante apenas 200 metros del Ayuntamiento de la capital. Según los primeros datos, efectivos del instituto armado habían montado una operación para desarticular el comando de la organización terrorista que actúa en Vizcaya. Miembros del servicio de información del cuerpo se disponían a identificar a los ocupantes de un vehículo, un Renault 19 de color gris metalizado, que se encontraba en la céntrica calle. Al comprobar los activistas que los guardias civiles se disponían a identificarles respondieron inmediatamente haciendo uso de las armas que portaban, disparos que fueron a su vez repelidos por los efectivos del instituto armado.Uno de los activistas alcanzados por los disparos fue trasladado en estado agónico en una ambulancia medicalizada al Hospital de Basurto de la capital vizcaína, pero, pese a los intentos de reanimarle, ingresó cadáver en este centro. Fuentes del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), indicaron que esta persona presentaba una herida de bala a nivel del quinto espacio intercostal izquierdo, que le alcanzó el corazón, y una segunda herida de bala en el lado izquierdo del abdomen. Además, sangraba de una pierna, donde podría tener algún otro impacto, oculto por el pantalón.

. Al otro herido se le intentó reanimar en el mismo lugar de los hechos. Presentaba, según las mismas fuentes de Osakidetza, una herida de bala en el hemitórax derecho a nivel de las últimas costillas, con probable afectación hepática.

El guarda jurado que se encontraba en la puerta del Gran Casino Nervión, un establecimiento distante apenas una decena de metros del lugar del tiroteo aseguraba a primera hora de la madrugada de hoy que, aunque no pudo ver nada, ya que sobre el lugar donde estaba el coche se encuentran unos andamios de una obra, oyó al menos tres detonaciones. Escasos instantes después de los disparos, se presentaron en el lugar tres Nissan Patrol del instituto armado con sus correspondientes dotaciones y dos coches patrulla de la Ertzaintza, según confirmó una joven que se hallaba en las inmediaciones del lugar que, en cambio, no llegó a oír los disparos. La rapidez con que llegaron estos vehículos confirma que los agentes estaban detrás de la pista de los miembros del comando Vizcaya.

Al filo de las tres de la mañana, la calle Amistad estaba casi igual que cualquier otra noche. La única diferencia eran los operarios municipales que borraban con agua a presión dos charcos de sangre, informa Naiara Galarraga. Uno de esos charcos de sangre cubría el peldaño del número tres y el otro un par de metros más allá en pleno centro de esta corta y céntrica calle bilbaína. Hasta las dos y media de la madrugada la calle permaneció cortada por numerosos efectivos de la Guardia Civil. Varios de los agentes iban encapuchados y de paisano. Los guardias civiles que permanecían junto a los automóviles Nissan situados a ambos extremos de la calle, dos en cada lado, portaban armamento de combate.

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Hubo muy pocos testigos del suceso. En la corta calle, abarca sólo una manzana, hay varios edificios recién construidos. Gran parte de los pisos aún no han sido ocupados. Un joven panadero relató, una vez despejada la calle, que tuvo que insistir bastante para que, le dejarán entrar hasta el establecimiento. "Tenía que entrar a trabajar", intentó expolicarles. Fue acompañado por varios agentes y sólo alcanzó a ver cómo un cuerpo era introducido en una furgoneta. Los propietarios de los vehículos estacionados en la calle cercada tuvieron que esperar hasta que la Guardia Civil abandonó el lugar para recuperara sus automóviles. Algunos de ellos discutieron con los agentes que les impedían el paso por mucho que insistieran en entrar.

Junto al portal donde ocurrieron los hechos, hay un restaurante chino y varios bares.El director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, se encaminó está madrugada en coche hacia Bilbao. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, y el secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo Martí Fluxà, siguieron durante toda la noche el desarrollo de la operación antiterrorista, que sigue, según fuentes oficiales, abierta. Mayor Oreja comunicó al presidente del Gobierno, José María Aznar, la evolución de la operación antiterrorista, así como el fallecimiento de dos presuntos etarras. El ministro del Interior también se puso en contacto con el consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan Maria Atutxa.

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