El alcalde de Pinto prohíbe por el mal olor los Iodos como abono
Los Iodos que algunos agricultores de Pinto utilizan como abono para sus tierras han extendido una ola de mal olor por la localidad que los 25.000 vecinos de la misma llevan varios días soportando. El alcalde de Pinto, el socialista Antonio Fernández, ha decidido luchar contra el hedor con un bando en el que prohíbe el uso de los Iodos y advierte que perseguirá judicialmente a quien los utilice.El motivo del nauseabundo aroma de este fertilizante, superior al de la tradicional boñiga de vaca, reside en su origen. Los Iodos vienen de depuradoras de la Comunidad de Madrid como la de Butarque o la de la China, encargadas de tratar el agua procedente del alcantarillado de Madrid. Tras depurar el agua, todos los residuos orgánicos de esa marea negra que genera la ciudad se convierten en una pasta espesa de color oscuro y olor desagradable. El modo en que los agricultores diseminan este abono también contribuye a la difusión del olor ya que se hace aplicando el famoso ventilador, que ha hecho fortuna como símil político.
Curiosamente, esta práctica no es ilegal sino que es recomendada por el propio Ministerio de Agricultura, deseoso de librarse del pestilente excedente de las depuradoras.
Para los agricultores que usaron este método en años pasados los Iodos sólo tienen ventajas, ya que se trata de un abono igual de eficaz y mucho más barato que el orgánico. La zona de Valdecantos y la de Los Arenales, al norte del pueblo, han sido abonadas así. Según el director de Urbanismo del Ayuntamiento de Pinto, Máximo Hernández, los análisis han demostrado que no se trata de un abono tóxico ni peligroso, "sin embargo, causa malestar entre la población por el mal olor y facilita la proliferación de moscas y mosquitos". El director de Urbanismo advierte que "en el caso de una gran ciudad como Madrid, de donde proceden los Iodos, a los desechos habituales se pueden sumar aceites químicos, sustancias nocivas o productos tóxicos". Un 1% de la población de Pinto se dedica al sector agrario.
