El alcalde de Galapagar se pone un sueldo aduciendo "razones empíricas"

El empirismo (doctrina filosófica según la cual todas las ideas son proporcionadas por la experiencia) les va a salir caro a los 16.500 vecinos de Galapagar. El alcalde, Eugenio de Pablos, del PP, se ha puesto un sueldo de 220.000 pesetas brutas al mes por "razones exclusivamente empíricas", según explica en el documento que mandó al pleno el pasado 31 de julio para que ratificase sus nuevos emolumentos. Hasta ahora, el regidor no tenía sueldo fijo.

De Pablo entiende por "razones empíricas" la "intensidad" de su actividad como alcalde y su "participación y asistencia a instituciones y órganos" no municipales. Estas mismas razones le han servido además para meter en nómina a los tres tenientes de alcalde de su equipo de gobierno y para elevar las dietas del resto de concejales en un 50%. El concejal delegado de Obras, Lorenzo Garcia, cobrará 200.000 pesetas; la delegada de Cultura, Ángéla Pérez, 130.000, y la concejal de Servicios Sociales, María del Carmen Ontañón, 80.000 pesetas mensuales.El alcalde, que es abogado de profesión, ha ideado además un argumento para poder trabajar en su negocio (posee una gestoría) y cobrar al tiempo la dedicación exclusiva. Esgrime en su escrito que el Reglamento de Entidades Locales permite "la dedicación exclusiva de los miembros de la corporación, sin perjuicio de que se realicen otras ocupaciones marginales, siempre que no causen detrimento a su dedicación al Ayuntamiento". Es decir, podrá cobrar su sueldo con dedicación exclusiva y, además, ejercer como abogado. El pleno, dominado por el PP, aprobó la propuesta el 4 de agosto.

Empirismo local

El portavoz del PSOE, Manuel Cabrera, que es enfermero de profesión, intentaba ayer entender cómo influía el empirismo en el gobierno local. "No sé qué decir ante ésta justificación del alcalde. No sé qué tiene que ver el empirismo con el Ayuntamiento, y no entiendo cómo alguien puede tener dedicación exclusiva y seguir ejerciendo su profesión".

El regidor argumenta: "La verdad es que la nueva situación del municipio [un crecimiento demográfico notable] requiere buscar ese siempre difícil y justo equilibrio, que permita, de un lado, la satisfacción de las necesidades públicas [ser alcalde] con las legítimas expectativas de cada cual en su esfera privada [el ejercicio profesional], cuyo abandono daría al traste con la situación profesional o empresarial consolidada después de años de esfuerzo y dedicación

Cabrera replica: "Cuando yo era alcalde, y cobraba por tener dedicación exclusiva, De Pablo se dedicó a atacarme por ello, como si cobrar un sueldo municipal fuese algo indigno o inmoral. Pero ahora es él quien se pone un sueldo, y encima diciendo chorradas como las del empirismo".

Este periódico no pudo hablar ayer con el regidor para que explicase más detalladamente sus argumentaciones. De Pablo se encuentra de vacaciones hasta septiembre.