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GENTE

MÚSICO DE A PIE

Cuando el músico francés Nilda Fernández ganó el premio a la Revelación Masculina en los galardones Victoires de la Musique en 1992, parecía que la fama y la fortuna estaba a la vuelta de la esquina. Fernández estuvo en las listas francesas de ventas entre 1991 y 1993 con canciones como Madrid, Madrid, Nos fiançailles y Mes yeux dans ton regard. Pero, con una visión clara y atípica de su profesión, se dijo que el hacerse rico podía ser su perdición. Así que en vez de hacer galas con camiones y autobuses, él, sus cinco músicos y su burro emprendieron una gira en un carromato tirado por caballos. Pero ahí no quedó todo. Este verano pasó un mes caminando solo desde Barcelona, donde nació, a Lyón, donde creció. Dormía, comía y cantaba en aldeas y pueblos. "Necesitaba volver a descubrir las cosas sencillas, como el placer de cantar y viajar sin devorar kilómetros y los sándwiches malos de las autopistas", asegura. Pero el señuelo de la fama queda. Fernández acaba de firmar un contrato con el sello EMI. Su próximo disco se llamará Innu Kikamu, que significa, en un dialecto de la India, El ser humano canta.-

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