"He visto el infierno"
García Bragado admitió que ha sido la prueba más dura en la que ha participado y que rodó por un infierno. Tras casi una hora de recuperación pudo dar sus impresiones sobre una medalla que dice no redimirle de la que perdió al tener que retirarse en Atlanta. "Hubiera sido mejor el oro, pero creo que Carmen [Acedo, su novia] y mis padres estarán contentos. Estoy satisfecho y ya habrá otras ocasiones"."Al final, cuando me ha avisado Jordi [Llopart, su entrenador] que llevaba dos avisos ¡ufff! he visto el infierno. Veía que la cosa se ponía muy difícil y encima iba muy justo de fuerzas. Entonces he dicho, nada, a llegar y ya está. Marín (el otro gran ex marchador y también técnico) cuando ya salíamos del circuito y nos encaminábamos al estadio me dijo que intentara alcanzarle en la subida. Pero era imposible, además se me estaban contracturando los abductores y cuando he terminado la prueba he tardado un rato en recuperarme. Es una sensación de que vas al máximo, de que te queda muy poco, pero hasta que no paras no dices, ya he llegado. Porque van quedando tres vueltas y parece que aquello o termina nunca, y faltan dos y falta una... Al principio llevas 20 kilómetros y llegas a 40 y parece que va todo de maravilla, pero de repente parece que te cae una pared encima y aquello se hace inacabable. Ha sido mi carrera más dura".
El madrileño, sin embargo, dice que si no hubiera sido por los avisos, hubiera atacado: "Sí, porque íbamos los dos igual de fuerzas. Cualquiera de los dos podía haber ganado". Y cree que el ritmo que llevó fue el adecuado: "Sí, la prueba es la diferencia que he sacado a los que han venido detrás. Al principio iba muy sobrado. Creo que Korzeniowski, el campeón olímpico, tenía las mismas fuerzas que yo, incluso en algún momento pensé que yo más y me he dicho, bueno, esto está entre los dos. Entonces hemos ido seleccionando a todos, aunque tendré que ver en el vídeo si no me he desgastado yo demasiado. Hemos abierto hueco y ya entonces uno de los dos sabíamos que iba a ser primero. La cosa se complicó luego con lo de los avisos, porque no te puedes arriesgar a atacar y perderlo todo".
Jordi Llopart no sólo estaba contento por Jesús, sino porque el japonés Fumio Imamura, que ha entrenado también con él, fue sexto y batió el récord de Japón. Próspero negocio, y él bromeó: ¿Será como en el fútbol? Bueno, pero lo importante es lo de casa. Ha sufrido porque también ha variado su técnica para evitarse problemas de descalificaciones y una de las premisas que me impongo como cuando era atleta es que la técnica sea lo más eficaz posible. Y el trabajar de cadera, marcar bien el paso, y otros parámetros, le ha llevado a tener ciertos problemas físicos. Pero es para estar satisfecho"
