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La información de Retolaza condujo a la detención de un alcalde de HB

Pedro Manuel de Arístegui aseguraba en su informe a Juan José Rosón que el consejero de Interior del Gobierno vasco le había facilitado "buena información sobre Daniel Barandiarán, alcalde de Zarátamo, de Herri Batasuna [HB]". Dicho alcalde fue visto al salir de una farmacia "donde podría haber comprado los medicamentos necesarios" para el industrial José Lipperheide, en manos de ETA, que estaba delicado de salud.La sospecha se acrecentaba, además, por la visita que hizo un practicante al domicilio del alcalde sin que hubiera allí ningún enfermo. "Sería posible que Daniel Barandiarán o tenga en su casa o conozca dónde está Lipperheide", concluía el gobernador.

Sólo dos días después de la redacción del escrito, el alcalde de Zarátamo, miembro de una candidatura independiente apoyada por HB, fue detenido. La pista resultó, sin embargo, falsa y Barandiarán fue puesto en libertad media hora después, tras comprobarse que no había tenido relación con la compra de medicamentos.

Finalmente, el industrial fue liberado por ETA el 5 de febrero de 1982, después de un mes de cautiverio y previo pago de un rescate estimado en 150 millones de pesetas.

Según el informe, Retolaza facilitó también datos sobre 21 etarras, 13 de ellos de los Comandos Autónomos, residentes en las localidades guipuzcoanas de Rentería, Hernani, Azpeitia y Tolosa. La policía practicó diversas detenciones en Rentería y Hernani entre marzo y noviembre de 1982, pero al no constar ningún nombre en el texto no se puede saber si tuvieron relación con el mismo.

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