El "bienio estéril" de López del Hierro

Cruzado su ecuador, el balance de la acción del gobierno del Partido Popular al frente del Ayumtamiento de Madrid durante la actual legislatura resulta claramente negativo y desalentador para el conjunto de la ciudad y la mayoría de sus vecinos. Don José María Alvarez del Manzano y López del Hierro no pasará a la historia de esta ciudad.El nuevo plan general supone hipotecar el futuro urbanístico a los intereses del sector financiero, actualmente dominante en el mercado del suelo, del inmobiliario. y de los especuladores que, desde la, sombra, han impuesto un modelo de ciudad caracterizado por.

-La colmatación del término municipal con la recalificación masiva de suelo, destruyendo, cual Atila, los espacios libres que aún quedaban en la ciudad.

-La destrucción del tejido productivo madrileño, expulsando la industria de Madrid.

-La apuesta por un modelo de movilidad contaminante y de alto consumo energético basado en la construcción de grandes infraestructuras.

-La proyección difusa de operaciones urbanísticas sin instrumentos ciertos de gestión y ejecución (operación Campamento, ciudad aeroportuaria, Chamartín): mucho ruido y pocas nueces.

El caso Aravaca, donde se mezcla el, amiguismo, la información privilegiada y el tráfico de influencias, es un buen ejemplo de la política urbanística seguida.

En los últimos años, Madrid viene perdiendo peso de manera significativa en el conjunto de las grandes urbes europeas y, ve reducidas sus competencias frente a la Administración autónoma. Más atento a los guiños y señales de la calle de Génova que a la defensa de los intereses de la ciudad, el alcalde se ha transformado en comparsa institucional o inaugurator compulsivo.

La Ley de Capitalidad para Madrid sigue siendo la, gran asignatura pendiente, con Alvarez del Manzano ejerciendo de don Tancredo, paralizado en medio de la plaza y sin atreverse a lidiar el texto que le envía su correligionario Ruiz-Gallardón.

Durante la actual legislatura, los cauces y normas que regulan el funcionamiento democrático de, la Corporación, así como la participa ción ciudadana en la vía municipal, se han visto sometidos a, un ataque sin precedentes, con particular incidencia en las juntas municipales de distrito. Entre otros asuntos, merece destacarse, por su gravedad, la directiva remitida a los residentes de las juntas municipales, que prohíbe el debate y votación de las proposiciones presentadas por grupos municipales de la oposición.

La experiencia en la gestión del servicio de notificación y cobro de multas, llevada a cabo por la empresa americana EDS, bien directamente o a través de subcontratas, ha puesto de manifiesto, más allá de apriorísmos ideológicos, que la simple puesta en manos de la iniciativa privada de un servicio público no tiene por qué mejorar éste. El daño causado a la hacienda e imagen de la Corporación ha sido de enorme gravedad, descalificando al responsable municipal de la operación privatizadora (Pedro Bujidos), que debería, en buena lógica, haber presentado su, dimisión.

Con el casticismo más ramplón como ideología dominante y el director del Teatro Español, Gustavo Pérez Puig como abanderado , la política cultural desarrollada se ha caracterizado, por su falta de imaginación y el desprecio para todo- aquello que pudiera sonar a innovación o creatividad.

A la hora de hacer balance, no puede dejar de señalarse la destrucción de los restos arqueológicos sacados a la luz en el transcurso de las obras realizadas en la plaza, de Oriente, actuación digna de figurar en una nueva edición de la historia de la infamia inmortalizada por Borges. Frente a la opinión contraria de la- mayoría de expertos, el Partido Popular inpuso un proyecto urbanístico cuya única justificación parece encontrarse en el deseo de sus promotores por crear un espacio cortesano- acorde con los postulados ,estéticos defendidos desde las páginas del Abc. En este marco, las referencias de Cela a las grupas del caballo de Felipe IV no dejan de ser sino la guinda de un enorme, desatino que, además, nos cuesta 6.000 millones

El balance de la gestión realizada en materia de medio ambiente puede resumirse en tres palabras: desastre-insostenibilidad-degradación. Los ejes centrales de insostenibilidad en el municipio son:

-Residuos. Se afianza en este terreno la política incineradora (Valdemingómez), que socializa riesgos y costes y privatiza las tasas de beneficios, manifestando un claro desdén hacia políticas de recuperación-reciclaje. Imprevisión en planes de reducción.

-Sur letal. La concentración de infraestructuras relacionadas con vertederos, depuración, vertederos de seguridad, Iodos... en el vértice sureste municipal es un ejercicio práctico de segregación social para con los madrileños de rentas más bajas, confiriéndose a este, territorio la función de "pudridero de la villa". Deterioro de las zonas verdes singulares. Los emplazamientos de alto Valor ecológico (Casa de Campo, el Retiro, grandes parques urbanos) son sometidos a todo tipo de impactos, por lo que presentan un deterioro tan certero como implacable.

-Tráfico. La saturación debida a la hiperconcentración de vehículos privados hace de Madrid un infierno a la medida de nuestras necesidades. No se prevén medidas de templado de tráfico o peatonalización de ciertas partes de la ciudad. Todos estos aspectos son balance de un bienio estéril. El bienio estéril de un tal López del Hierro.