La policía sospecha que Gaztelumendi es el autor de los dos últimos asesinatos de ETA en Bilbao

Las Fuerzas de Seguridad del Estado consideran probable que el arma disparada en el asesinato del guardia civil José Manuel García, ocurrido la noche del pasado sábado en un bar de Zierbana (Vizcaya), sea la misma que acabó con la vida del inspector de policía Luis Andrés Samperio el 24 de abril en Deusto. Ricardo Martí Fluxá, secretario de Estado para la Seguridad, confirmó ayer en Bilbao que la bala que mató al guardia civil es del calibre nueve milímetros parabellum -la munición que habitualmente utiliza ETA- y que la descripción realizada por varios testigos apunta a Gaizka Gaztelumendi.

Martí Fluxà mantuvo ayer una reunión con los mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el cuartel de La Salve. En el encuentro participaron el jefe superior de la policía de Bilbao, Juan Carretero, y los responsables de la Guardia Civil, los generales Nieva, Muñoz y Calvo. El secretario de Estado informó que existen varias vías de investigación abiertas, y se mostró esperanzado con el resultado de las pesquisas. Fluxà mostró su solidaridad con los familiares de la víctima -José Manuel García, asturiano, de 43 años, casado y sin hijos-, y explicó que "una vez más, ETA es una minoría que quiere doblegar a una mayoría, que se ha manifestado de manera unánime en Rentería a través' de los grupos pacifistas y que dice tajantemente no a la violencia". Rentería ha sido escenario de una gran manifestación de protesta contra ETA. La banda planeaba hacer explotar en esta localidad un coche bomba con 35 kilos de explosivos.El responsable de Interior enfatizó que con la fuerza "no se vence nunca", y trasladó el pésame de "todo el Gobierno y todos los españoles" a la familia del guardia civil asesinado en Zierbana.

La policía busca el vehículo con el que los terroristas se dieron a la fuga tras el atentado de Zierbana, posiblemente un Renault 19 de color gris. Sin embargo, las diferentes versiones que han dado varios testigos complican la investigación. Parece, después de las primeras comprobaciones, que fueron tres los terroristas que participaron en el crimen. Mientras uno de ellos, de complexión menuda, entraba en el restaurante y disparaba contra el agente cuando éste cenaba con su esposa, otro, de mayor, envergadura, le cubría las espaldas en el exterior del local. Un tercer terrorista esperaba en el coche para garantizar la fuga.

Huidos y detenidos

Gaizka Gaztelumendi, uno de los actuales miembros del comando Vizcaya, forma parte de un grupo de más de 30 jóvenes que huyeron a Francia en 1994 tras la desarticulación del anterior grupo del mismo nombre. Todos ellos colaboraban de una u otra manera, y escaparon tras la operación de la Ertzaintza en la localidad vizcaína de Loiu, durante la cual murió un activista, dos más fueron detenidos y un ertzaina resultó herido. Poco a poco, todos ellos han ido reapareciendo en los nuevos comandos de la banda en Madrid, Galicia, Navarra y Vizcaya, o bien han sido detenidos en Francia.

Desde el mes de enero, ETA ha cometido cinco atentados en Vizcaya, tres de ellos con víctimas mortales. ETA no asesinaba a un guardia civil en esta provincia desde abril de, 1994. Esta citcunstancia y la contundencia de las últimas acciones del comando Vizcaya vienen a demostrar su capacidad de asesinar y, por tanto, la infraestructura que tiene actualmente.

Según fuentes policiales, el hecho de atentar con el método del tiro en la nuca contra un agente de la Guardia Civil pone además de manifiesto que los etarras están asumiendo riesgos por encima de lo normal. Antes del atentado de José Manuel García hay que remontarse tres años para encontrar otro asesinato de un guardia civil en Vizcaya, cuando el 28 abril de 1994 Benigno Villalobos caía abatido a tiros en Trapagarán.

Otro prueba de la progresiva fanatización y menor nivel de preparación de los atentados es la detención de Oskar Barreras poco después del asesinato de Luis Andrés Samperio, el 24 de abril en el barrio bilbaíno de Deusto. Tras el. atentado, los etarras no limpiaron el coche que emplearon en la huida y la policía lograba capturar a Barreras ocho horas más tarde.